Alejándose un poco de su línea editorial tradicional, dedicada a los libros de diversos géneros; desde 2017, Editorial Porrua ha recuperado los clásicos de la historieta mexicana, siendo su primera entrega el compilado de la Familia Burrón de Gabriel Vargas; mismo que fue recibido con agrado por antiguos seguidores, así como por generaciones que no pudieron experimentar de primera mano la obra.

Para este 2018 decidieron continuar con esta empresa, ahora de la mano de Ángel Mora y su Chanoc, en "Aventuras de Mar y Tierra", el cual ya se encuentra disponible. En SDP Geek tuvimos la oportunidad de revisar la obra, además de hablar con Rodrigo Pérez Porrúa, director comercial de la editorial, quien nos dio los pormenores de esta edición.

Este tomo incluye los primeros números del impreso publicado en la década de los 60; lo primero que notarán los antiguos lectores, además de la impresión que se hizo en papel de mejor calidad que el original, es que se le hicieron algunos retoques a las viñetas; la razón de esto se debe a que las hojas que se utilizaron hace casi 60 años estaban en muy mal estado. Pérez Porrúa nos indicó que, aunque se partió de dicho material, se decidió hacer los ajustes necesarios para tener una obra con la mejor presentación, además de adaptarla al formato moderno de historietas o cómics.

En ese sentido, el director comercial nos dejó claro que todos los cambios se hicieron previa aprobación de Ángel Mora, quien no sólo fungió como asesor; su participación fue activa durante todo el proceso, tanto así que se puede decir el propio autor trajo de regreso a Chanoc con sus propias manos.

Esto se puede ver en los que sería el agregado más atractivo del tomo, la inclusión de capítulos inéditos de las aventuras del pescador. Para nuestra sorpresa, se nos explicó que el dibujante siguió trabajando en su obra durante toda su vida, esto a pesar de que se había dejado de editar de manera regular. Con esto surgió la idea de presentar estas tramas desconocidas para los fanáticos, como una manera de ampliar el ya de por sí extenso bagaje de la historieta.

Hay que mencionar que estos capítulos resaltan por tener un diseño diferente al del resto del compilado; cosa que puede causar ruido entre los puristas, no obstante, a nivel narrativo y conceptual, mantienen la esencia de las historias originales.

Ese es el punto principal de esta edición, Pérez Porrúa considera que, más que traer de regreso antiguos personajes de la ficción mexicana; se está presentando una sociedad que, a su interpretación, ha dejado de existir. Donde los valores eran lo primordial, y que iban más allá de las cuestiones sociales y contextuales. Por un lado, la Familia Burrón nos presentaba al núcleo familiar en el ambiente urbano de las vecindades; mientras que por el otro, Chanoc muestra a la comunidad de la costa, en una dinámica más de amigos y compañeros; pero que al final del día integra otra conformación "familiar".

En ambos casos tenemos que se explotan temas como la amistad, la justicia, el honor y los modales; si bien el título que nos compete toma como base la acción, el personaje principal, así como aquellos que lo rodean, nunca caen en vicios o en defectos; tampoco es que sean perfectos, simplemente mantienen una personalidad moral que no se ve trastocada por los eventos que transcurren.

Sí, hay que decirlo; si se compara con obras modernas, ya sea mexicanas o extranjeras, la narrativa de Chanoc puede resultar un tanto ingenua y poco elaborada, habrá quien diga que incluso los personajes pecan de unidimensionalidad, con un rango de matices muy limitado. Y tendrían razón hasta cierto punto.

Pero, más que historias intrincadas con giros de tuerca inesperados o antihéroes, lo que muestra este impreso es lo más cercano a lo que era la realidad de esa época, la cual a la distancia se ve como más simple. Pero ojo, este no es un ejercicio de nostalgia gratuito, tampoco se trata de reinstaurar una forma de pensar anacrónica; al decir que se tratan de recuperar los valores, se hace alusión a que estas formas morales de antaño bien puedan amalgamarse con las actuales.

De ahí que para el directivo de la editorial, el texto pueda encontrar eco no sólo en los fans de hace tiempo, también en nuevas generaciones y que estás den cuenta de cómo era la sociedad mexicana hace medio siglo; esperando que a través de las viñetas se pueda sacar una lección importante acerca de cómo uno se puede conducir por el mundo. Algo como lo que hace Tsekub Baloyán, padrino de Chanoc, con su atrabancado ahijado.

"Chanoc, Aventuras de Mar y Tierra" es una obra difícil, no por ser un texto elaborado, sino por su simplicidad y aparente ingenuidad; alguien acostumbrado a impresos de corte extranjero (dígase manga o cómic), bien lo puede encontrar como algo falto de sustancia. No obstante, creemos que se le debe de dar una oportunidad, no sólo por ser parte de la historia gráfica de México, sino porque es un documento de la forma en la que se desenvolvía la sociedad; además de que en su ingenuidad descubrimos una historia que cuenta con un carisma que pocos personajes tienen en la actualidad.