Hace 25 años el mundo se sorprendió al ver cómo el héroe más poderoso de la historia, Superman, moría a manos de un desconocido Doomsday; de ese momento, la historia de la épica batalla entre estas dos fuerzas se ha mantenido como uno de los momentos determinantes, no sólo en el mundo del cómic, sino de la cultura en general.

Ahora, después de dos intentos (fallidos, en opinión de críticos y aficionados), llega una tercera adaptación de La Muerte de Superman; la cual no sólo cumple con creces su cometido, sino que hace palidecer incluso a las superproducciones de Hollywood basadas en los personajes de DC Comics.

La trama ya todos la sabemos; Superman peleará a muerte en contra de un recién llegado Doomsday, quien en esta ocasión procede de un metorito que cae en la Tierra y no de las profundidades del planeta como en el cómic de los 90. La bestia dejará un halo de destrucción a su paso, acabando incluso con la Liga de la Justicia, para dejar a Kal-el como el último bastión de la humanidad.

Lo interesante de todo esto es que, aunque estamos conscientes de lo que va a pasar (el mismo título de la película es un spoiler del final), la manera en la que se cuenta el relato es por demás emocionante, atrapándonos desde un primer momento; además de encontrar un punto de equilibrio que satisfará tanto a fans de toda la vida, como a gente ajena a este mundo de seres poderosos.

A su favor también están los cambios que se le hacen al relato original; mientras que en el impreso veíamos al monstruo hacerle frente a una JLA menor, con Máxima y Guy Gardner como los más representativos, aquí se recurre a los pesos pesados de la editorial, a los Siete Grandes (Superman, Batman, Mujer Maravilla, Linterna Verde - Hal Jordan, Flash,  Aquaman y Martian Manhunter), junto a Cyborg y el Hombre Halcón; para hacerle frente a la amenaza y acabar con el debate de más de dos décadas de qué hubiera pasado si la Liga ayudaba a Kal-el en su lucha.

Sin olvidar la trama amorosa que está en el trasfondo, pues el Clark Kent del Universo Animado de DC se olvida de la Mujer Maravilla para centrarse en Lois Lane; lo cual enriquece la figura del personaje, pues nos muestra a un ser virtualmente indestructible, con miedos e inseguridades acerca de su condición, no como héroe, sino como ser humano; pues a pesar de todo, Superman es humano, demasiado humano.

Pasando a los aspectos técnicos. La animación es excelente, nunca se pierde calidad en lo absoluto, a pesar de lo caótico que son las secuencias, muestra de ello es la pelea final, la cual se extiende por varios minutos, mostrando toda la intensidad de un combate entre dos titanes. De igual manera los efectos de sonido y el trabajo vocal, que es por demás adecuado, todos y cada uno de los actores y actrices están a gusto con su personaje, representándolo de buena manera.

La Muerte de Superman demuestra que DC tiene las historias y personajes, sólo se necesita a alguien que entienda a estos (y que Warner no imponga decisiones ridículas), para que todo llegue a buen puerto. Si eres fan de Superman o de la Liga de la Justicia en su totalidad, esta es la película que necesitas para recuperar tu fe en estos queridos personajes. Si no es el caso, también es una buena oportunidad para que les des un vistazo, para que veas que no todo es obscuridad y polémicas con la crítica. Pues no importa la aparición de hombres de hierro, titanes locos, dioses nórdicos y guardianes de galaxias; el Último Hijo de Krypton sigue siendo el superhéroe más grande de todos los tiempos.