En un movimiento inesperado, Warner Bros. decidió cancelar el día la producción de la película live-action de Death Note, basada en el manga homónimo; esto a pesar de que ya se encontraba en una etapa de pre-producción avanzada, con parte del elenco principal anunciado.
Sin embargo, en lugar de dejar morir el proyecto, la productora le dio vía libre a Adam Wingard, director de la cinta; para que buscara una nueva casa para su obra. En menos de 48, Netflix levantó la mano y decidió hacerse con la propiedad.
En el acuerdo se estipula que se mantendrá la visión y el plan original de Wingard, lo cual incluye a los actores Nat Wolff y Margaret Qualley en los papeles de Light y Misa, respectivamente; además, se le dará el crédito correspondiente a Warner por ayudar a la realización del filme.
Ahora bien, lo que no se dejó claro es si Death Note llegará a las salas cinematográficas, o bien, cambiará su formato y será una película original para el servicio de streaming; nosotros apostamos por esto último.
Con información de The Wrap.