Durante el tercer fin de semana de octubre, Activision liberó la beta del multijugador de Call of Duty: Infinite Warfare, próxima entrega de la popular franquicia FPS. Después de tener problemas de conexión, que obligaron a extender un día la fase de pruebas, algunos fans pudieron darle un vistazo previo al que se ha convertido en el modo principal de la franquicia. Con un par de días de juego te decimos lo que nos pareció.

Para empezar, el juego nos dejó jugar con tres clases diferentes (Combat Rigs): el Warfighter, que cuenta con una especie de escopeta; el Merc, con un rayo tractor; y Synaptic, un robot con un par de ametralladoras. Cada uno de ellos puede ser personalizado de manera estética, así como su armamento, si bien no se pudo acceder a todas las opciones, todo indica que el abanico será amplio, y que las combinaciones sólo se limitarán por la imaginación de los jugadores.

Dejando eso de lado, pasamos a la acción en sí. Como se ha visto en los trailers, además de disparar y lanzar granadas, tenemos la opción de hacer saltos dobles, volar por un periodo determinado de tiempo y correr por las paredes, lo cual agrega verticalidad; sin olvidar las habilidades especiales con las que contaremos (correr más rápido, mejores reflejos, entre otras). Algo que resulta novedoso para quienes dejaron la franquicia por un tiempo, pero que ya se habían visto en entregas previas inmediatas; lo único que hizo Activision fue optimizar un poco el sistema.

Lo anterior se notó principalmente por el diseño de escenarios, el cual hasta cierto punto es un tanto tradicionalista; sí, tenías algunos elementos que te sugerían el uso de alguna de las características señaladas, para tomar cierta ventaja; pero en realidad, podías desempeñarte bien sin la necesidad de hacer uso de estas, el contexto no te obliga a tomar partido por los componentes salidos de la ciencia ficción.

Lo mismo va para los modos de juegos a los que se podía acceder: Team Deathmatch, Domination y Defender; este último podría ser el más singular dentro de la franquicia (aunque cuenta con referentes en otras sagas), pues tenemos que mantener un dron en nuestro poder el mayor tiempo posible. De nueva cuenta, nada fuera de lo ordinario, ni que suponga un cambio sustancial para con el multijugador o Call of Duty en general.

Así, la beta, como el multiplayer mismo de la franquicia desde hace varios años; depende más de las habilidades del jugador que de los contenidos que Activision nos dé; no hubo algo que realmente definiera la experiencia como única. El estilo de juego conservador (aquél alineado más a lo que es Modern Warfare) puede funcionar de maravilla; lo mismo que el estilo moderno, con jetpacks, carreras en los muros y capacidades aumentadas. ¿Fue divertido? Sí, y mucho, no dudamos que los fans disfrutarán cada uno de los minutos que pasen aquí; ¿Entregó algo nuevo? No, nos quedamos con las ganas de una opción que realmente nos hiciera explotar todas las posibilidades del juego. Habrá que esperar a la segunda fase de pruebas el 21 de octubre y el título completo el próximo 4 de noviembre.