Sabemos que muchos ya vieron Civil War, y también sabemos que muchos lo hicieron comprando una copia pirata, sean honestos. Bueno, más allá de un discurso moral acerca de esa práctica, esa opción muchas veces resulta no tan viable por la calidad de imagen o audio, además de que a veces resulta que no te venden la película que dice la portada.
Eso último le pasó a Bobby J. Coleman, un comediante de Estados Unidos, quien compró la cinta de Marvel en una estación de gasolina; al llegar a su casa y ponerla resultó que no era del todo la obra que se puede ver en el cine. En su lugar tenía al vendedor de películas con sus figuras de acción representando toda guerra de superhéroes.
Toda una broma por parte del "empresario informal", tal vez como una forma de blindarse ante una posible demanda de Disney, pues propiamente no está violando las leyes de copyright, pues esto podría pasar como una parodia. Curiosamente, al señor Coleman no le gustó el chiste y pide a gritos que se le regresen sus 5 dólares.
Con información de Público.