Seamos honestos, todos hemos intentado alguna vez ganar algo en los juegos de destreza de las ferias (o parques de diversiones); pues resultan entretenidos y los premios son por demás curiosos. A pesar de ello, es casi seguro que todos hayamos perdido vergonzosamente en más de una ocasión. 

En un primer momento pensamos que los juegos están arreglados; después vemos que otros ganan y nos sentimos mal con nosotros mismos por nuestra falta de habilidad. Pero espera un momento, deja de lado ese pesimismo, en realidad los juegos sí están arreglados.

El buen Mark Rober, quien se dedica a analizar bajo premisas científicas diversos eventos y juegos de este tipo, se dio una vuelta por varias ferias de Estados Unidos para mostrarnos cómo es que nos hacen trampa. Aquí tienes el video.

Rápidamente, por si no dominas el idioma inglés. Rober divide en tres categorías los juegos de destreza: los de azar, los de habilidad y los imposibles.

Los primeros dependen puramente de la suerte y no requieren de una habilidad especial; el truco aquí es que se colocan pocos elementos para dar a un ganador. En sí, sólo tienes un 10% de probabilidades de ganar en estos en general.

Los segundos son los que están modificados para hacerte perder. Por ejemplo, donde tienes que hacer tiros libres a una canasta de basquetbol; esta se coloca a una distancia y altura mayor que la reglamentaria. Aunque la variación sea mínima, es suficiente para hacerte fallar.

Otro ejemplo es donde tienes que tirar botes de leche o algo así; aquí los objetos a derribar son un poco más pesados de lo que aparentan; hechos con materiales como metal, varias capas de yeso o madera como la de muebles rústicos. Aunque en estos, después de mucha práctica, se puede ganar.

Por último, los imposibles son precisamente eso; pues no dependen ni de la suerte ni de tu habilidad. Cita donde tienes que meter un aro en una botella; resulta que el diámetro del aro y de la boca de la botella son casi iguales, de ahí que no se pueda insertar de manera adecuada. Por su parte, donde debes de subir una escalera de cuerda, te caes porque sólo está amarrada de un punto, lo que afecta tu centro de gravedad provocando la precipitación.

Y para aquellos que han logrado ganar algo en estos juegos; queremos decirles que aún así les están viendo la cara; pues los premios tienen un valor ínfimo comparado con lo que cuesta cada oportunidad. Así, ese Pikachu gigante que ganaste la última vez y que te costo como 200 pesos en intentos; en realidad no vale más de 50 pesos.

Con información de Gizmodo.