Silver Lining es el último DLC que llega en este 2018 para Marvel's Spider-Man, el cual viene a cerrar la historia de "The City That Never Sleeps"; lamentablemente, como el resto del contenido descargable, se queda muy a la saga de lo presentado en el juego base; no sólo eso, podemos decir que es el peor de los tres capítulos de la narrativa.
Después de lo ocurrido con Hammerhead y "Yuri" Watanabe en Turf Wars, Silver Sable regresa a la Ciudad de Nueva York para acabar con el líder de la mafia y recuperar el armamento de alta tecnología que le fue robado a su organización; muy a su pesar, deberá de hacer equipo de Spider-Man, pues el villano ha mejorado su cuerpo en manera que nadie hubiera imaginado.
Aunque Silver Lining trata de darle fin a la narrativa iniciada con The Heist, no lo hace del todo bien; es cierto que Hammerhead se mantiene como el villano a vencer, no obstante no se le da conclusión a varios de los arcos abiertos en los tres episodios; no se sabe qué paso con "Yuri", ni cómo es que el villano obtiene sus nuevas mejoras, mucho menos se abunda en lo que pasó con la Gata Negra.
No sólo eso, la mercenaria, Silver Sable, apena si es desarrollada; su interacción con el protagonista, así como motivaciones para hacer lo que hace, son tratadas de manera muy tangencial; contrario a la evolución narrativa que tuvimos en Turf Wars, donde la jefa de policía tenía argumentos fuertes para actuar de cierta manera, sin olvidar su evolución como personaje.
Algo que bien podría jugar en contra de esto es el hecho de que es el capítulo más corto de los tres; la historia principal dura apenas de 2 a 3 horas, dependiendo tu desempeño; cuando apenas empiezas a sumergirte de nuevo en este fantástico mundo, llega la batalla final y corren los créditos.
Es cierto que existen varios retos en el mapa para extender la duración del DLC, no obstante, se mantiene la problemática de los otros agregados; son misiones secundarias nada relevantes. Más desafíos de Screwball, más delitos aleatorios, más investigaciones y búsqueda de objetos; es decir, nada que no hayamos visto antes desde el lanzamiento de la campaña principal.
En cuanto a jugabilidad y extras el comentario va en el mismo sentido; todo se mantiene intacto, con tres nuevos trajes cuyo propósito es ser mero fan service; no te dan nuevas habilidades o algo que justifique su aparición más allá de ser algo meramente anecdótico.
Silver Lining, como el resto de "The City That Never Sleeps", se fue por el camino fácil, entregando algo que no cambia o agrega algo a lo que uno puede experimentar en el juego base; de hecho, se mantiene ese sentimiento de que todo esto bien pudo meterse en la campaña en solitario, extendiendo la duración de esta y mejorando la dinámica de personajes de la misma.
Tal vez lo único que valga la pena de este DLC sea la escena post-créditos, que podría dar pie a una segunda parte o una posible expansión real de la obra. Fuera de esto, no encontramos nada más que justifique su llegada.