La corrección de errores en la computación común se da en base a la forma binaria, donde se guardan copias intermedias de los cálculos para compararlos posteriormente y arreglar algún problema. Ahora bien, en términos cuánticos, los datos pueden ser interpretados como "0", "1" o las dos cifras al mismo tiempo ("0-1"); por lo que se revisa el denominado "entrelazamiento", esto es, la relación óptima entre los datos.

Sin embargo, el método de las copias resulta inútil en ese caso, pues esto altera la relación mencionada, cambiando toda la estructura e inhabilitando la comprobación.

El Dr. Tim Taminiau, y un grupo de colaboradores, lograron solucionar ese problema al desarrollar un nuevo protocolo de corrección de errores, localizando los electrones y núcleos de un estado cuántico en un diamante. El espín de las partículas actúa en representación de los valores binarios; así, de acuerdo a su orientación significa el "0" y el "1" de un bit cuántico. Mismos que se agrupan en conjuntos de tres, lo que hace más fácil detectar y corregir algún error en el momento exacto.

Aunque aún falta mucho para ver la computación cuántica en todo su espelendor, el hecho de que se haya logrado una corrección exitosa es un gran avance en el desarrollo de la tecnología.

Con información de FOM.