Mucho se ha discutido sobre las alternativas a los cigarros y el acceso y las opciones que tienen los fumadores adultos en su búsqueda de encontrar mejores opciones. Quedan muchas dudas alrededor de en qué consisten estas alternativas, cuáles son, y en qué radica el principal daño para los fumadores. Algo que hay que dejar en claro desde el principio, es que el principal daño para los fumadores (y las personas que les rodean) radica en el humo.

Bajo este concepto, varios estudios independientes han comprobado que las alternativas sin humo (tabaco calentado, vapeadores) generan menos sustancias dañinas (o potencialmente dañinas) para el cuerpo humano.

Algunas razones que varios países – entre ellos, Japón y Reino Unido, considerados como casos de éxito – han decidido regular las alternativas al cigarro:

Menor concentración de sustancias tóxicas

El daño principal asociado al consumo del cigarro, según investigaciones científicas, proviene de la combustión del tabaco (esto es: el humo que se genera al prender el cigarro – al quemar el tabaco) no de la nicotina.

Cuando los cigarros se prenden y queman (esto es, cuando se genera combustión) se generan más de cuatro mil sustancias químicas, de las cuales se sabe que al menos 69 son causa de cáncer y muchas son tóxicas. Al ser el humo el principal causante de estas sustancias, cuando se elimina la combustión es posible reducir el daño de manera drástica. Está claro que la nicotina, contenida en los cigarrillos, produce adicción y no es inocua, sin embargo, ésta no es la causa principal de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo.

Pueden ayudar a disminuir la incidencia de tabaquismo

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Japón de 2019 confirmó prácticamente la ausencia de consumo dual (usuarios de cigarro convencional y alternativas de nicotina) con 6% de todos los consumidores de tabaco. Desde que se comenzaron a regular las alternativas al cigarro, entre 2015 y 2019, las ventas totales de cigarros convencionales cayeron 34%, mientras que las ventas de alternativas aumentaron de 5.1 billones de unidades a 37.1 millones para el mismo periodo.

Otro ejemplo muy valioso es el del Reino Unido: este país impone estrictas medidas al cigarro convencional e incentiva a los fumadores a dejarlo o a migrar a alguna alternativa sin combustión. Su tasa de fumadores ha bajado un 5% desde 2011. Los vaporizadores de nicotina fueron la ayuda más popular (27.2%) para dejar de fumar en Inglaterra en 2020.

Son productos para fumadores adultos que desean cambiar a una mejor opción: no una opción para personas que no fuman

Queda claro que estos productos no son para menores de edad, ni para no fumadores. Pero justo porque son productos que están pensados para adultos, la mejor manera de evitar que menores de edad y adolescentes los utilicen es una regulación estricta. La incidencia de menores de edad que no fuman y utilizan alternativas de cigarro es estadísticamente muy baja. En Gran Bretaña, el vapeo regular se limita casi exclusivamente a jóvenes que ya son fumadores regulares u ocasionales, o que han experimentado con el tabaquismo en el pasado.

En el Reino Unido, al igual que con la población adulta, en la población joven el vapeo se concentra principalmente en jóvenes que tienen experiencia con el tabaquismo. Menos de 1% de los jóvenes que nunca han fumado utilizan alternativas al cigarro, explica el PHE.

Ampliar las opciones para los que quieren una opción diferente al cigarro

En México hay cerca de cinco millones de usuarios de alternativas sin humo.

Queda claro que la mejor opción es eliminar por completo el consumo de cigarrillos y de nicotina, sin embargo, para aquellos adultos que deciden no hacerlo es fundamental que se encuentren mejores alternativas que no produzcan humo ni generen cenizas, reduzcan los químicos dañinos y no generen humo de segunda mano.

electronic cigarette on brown wooden background

Para saber más sobre la regulación de alternativas visita www.futurosinhumo.com

En colaboración con Philip Morris México.