El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU ha advertido que para mediados de siglo el mundo deberá haber eliminado entre 100 mil millones y un billón de toneladas métricas de dióxido de carbono de la atmósfera para evitar un calentamiento global catastrófico.
La meta que parece imposible podría ser una realidad gracias a un grupo de científicos que han logrado convertir el CO2 del aire en carbón sólido.
¿En qué consiste la nueva técnica?
Investigadores de la Universidad RMIT en Melbourne, Australia, han desarrollado un método que a partir de un electrocatalizador de metal líquido cargado con nanopartículas de cerio, convierte el gas de efecto invernadero en un sólido estable similar al carbón.

En entrevista con The Independent, el doctor Torben Daeneke, coautor del estudio, explicó las ventajas de su técnica sobre otras previas.
"Hasta la fecha, el CO2 solo se ha convertido en un sólido a temperaturas extremadamente altas, lo que lo hace inviable industrialmente”.
Doctor Torben Daeneke, coautor del estudio.
Ayudaría a retroceder el reloj en torno a la contaminación ambiental
Sobre su aplicación en el combate a la contaminación ambiental por CO2, el especialista comentó:
"Si bien no podemos retroceder literalmente en el tiempo, convertir el dióxido de carbono en carbón y enterrarlo en el suelo es un poco como rebobinar el reloj de emisiones”.

El nuevo carbón podría ser reutilizado como combustible
La nueva técnica fue descrita en la revista Nature Communications el pasado 26 de febrero. Los investigadores señalaron que descubrieron que el dióxido de carbono se había convertido en escamas sólidas después disolverlo y colocarlo dentro de un vaso lleno con un líquido electrolítico y metal líquido que se cargó con una corriente eléctrica.
"Al usar metales líquidos como catalizador, hemos demostrado que es posible volver a convertir el gas en carbono a temperatura ambiente, en un proceso que es eficiente y escalable”.
Los investigadores afirmaron que su técnica incluso podría mejorar la captura y almacenamiento de carbono, ya que en lugar de enterrar el carbón sólido bajo tierra, se podría usar como fuente de combustible o como materia prima.
Otras alternativas de uso
"Un beneficio secundario del proceso es que el carbono puede retener la carga eléctrica, convirtiéndose en un supercondensador, por lo que podría usarse como un componente en futuros vehículos”.
Dorna Esrafilzadeh, investigadora del vicerrector de la Facultad de Ingeniería de RMIT.
La capacidad de vender o utilizar el carbono después de eliminarlo de la atmósfera ayudaría a que los métodos de captura y almacenamiento de carbono sean más rentables y, por lo tanto, más escalables, agregaron.
Actualmente, solo alrededor del 1 por ciento de las emisiones de carbono se eliminan de la atmósfera y se almacenan.
Con información de BigThink.com.