“El Síndrome de Wendy consiste en la necesidad absoluta de anteponer los deseos de otra persona a los propios”, dijo el psicólogo y terapeuta Raúl Padilla en entrevista para el sitio Código Nuevo.
El Síndrome de Wendy nace principalmente del miedo al rechazo, la soledad o el abandono. Por ello, quien lo padece hará hasta lo imposible por complacer a los demás.
Para ellas, el amor es sinónimo de sacrificio, por lo que adoptan un rol sumiso en sus relaciones. Serán novias abnegadas que jamás contradirán a su pareja; luego, madres sobreprotectoras que llegarán a hacer cualquier cosa antes de que alguien sufra a su alrededor.
Quienes presentan este síndrome suelen ser mujeres que fueron educadas para ser actrices secundarias de sus propias vidas; primero, desempeñado el papel de ‘hijas de’, para pasar a ser ‘esposas de’ y, más tarde, ‘madres de’.
“Wendy vive su vida facilitando la de los demás, se siente esencial haciéndolo y evita hacer o decir cualquier cosa que pueda molestar”, asegura el psicólogo.
Aunque es posible encontrar los síntomas de síndrome de Wendy en hombres, suelen ser más aislados. Ellos son más propensos a desarrollar el Síndrome de Peter Pan, y de manera inconsciente buscan a su Wendy. “Ambos se completan y se nutren mutuamente. Un Peter difícilmente podría sobrevivir sin una Wendy, y una Wendy no se sentirá ‘completa’ si no es al lado de un Peter, perpetuando este reparto abusivo de roles”, afirmó Padilla.
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Algunas de las consecuencias de vivir con este comportamiento son agotamiento, ansiedad y poca autoestima. Cuando una mujer que padece el síndrome busca ayuda es porque, literalmente, ha tocado fondo.
Para contrarrestar y superar el síndrome es necesario tener claro que cada persona es autónoma y no tiene por qué vivir siendo sustento de nadie demás. Además cada mujer debe ser consciente de que si alguien ha de quererla, no será por simple apego y desahogo.
Como para muchas otras cosas, la adolescencia es un punto clave para evitar que el síndrome de Wendy se instale en una mujer pues es el momento en que comienza a ser autónoma.
Combatir el padecimiento parece fácil pero no lo es: una Wendy podría necesitar de varias sesiones de psicoterapia que le ayuden a desarrollar o mejorar su inteligencia emocional para lidiar con las demandas de quienes la rodean.
Sin embargo, la palabra clave para superar esta situación es: asertividad. Una conducta asertiva consiste en colocar tus prioridades, tus deseos y tus derechos antes que las necesidades de los demás.
Si te identificas con este síndrome, la primera palabra que debes agregar a tu vocabulario cotidiano es 'NO'; atrévete a usarla y verás como las cosas comienzan a cambiar.