La mejora de la calidad del aire, como resultado de un programa federal para reducir la contaminación por ozono en Estados Unidos, no sólo estaría beneficiando a los humanos, también a las aves.

Un estudio realizado por las universidades de Cornell y Oregon indican que la mejora en la calidad del aire ha salvado la vida de mil 500 millones de aves durante los últimos 40 años en los Estados Unidos.

"Nuestra investigación muestra que los beneficios de la regulación ambiental probablemente se han subestimado"

Ivan Rudik, autor principal del estudio

El ozono es un gas que se encuentra en la naturaleza, pero también es producido por actividades humanas como las centrales eléctricas y los automóviles.

La investigación, publicada en The Proceedings of the National Academy of Sciences, explica que una capa de ozono en la atmósfera superior protege a la Tierra de los rayos ultravioleta emitidos por el sol, pero a nivel del suelo, este gas es peligroso y es el principal contaminante del smog.

Para conocer la relación entre la abundancia de aves y la contaminación del aire, los investigadores utilizaron modelos que combinaron las observaciones de aves del programa eBird del Laboratorio de Ornitología de Cornell con datos de contaminación a nivel del suelo y regulaciones existentes.

Por 15 años, los científicos hicieron un seguimiento de los cambios mensuales en la abundancia de aves, la calidad del aire y el estado de las regulaciones para 3 mil 214 condados de EU. 

El equipo se centró en el Programa de comercio presupuestario de NOx (óxido de nitrógeno), que fue implementado por la Agencia de Protección Ambiental estadounidense, para proteger la salud humana limitando las emisiones de precursores de ozono durante el verano de las grandes fuentes industriales.

Los resultados determinaron que el ozono es más perjudicial para las pequeñas aves migratorias como gorriones, pinzones y currucas, que constituyen el 86 por ciento de todas las especies de aves terrestres de América del Norte. El gas daña su sistema respiratorio y afecta sus fuentes de alimento, como insectos y plantas, destacaron.

Al respecto, Catherine Kling, profesora de la Escuela de Economía Aplicada y Gestión de Cornell, señaló que el estudio ofrece…

"… la primera evidencia a gran escala de que el ozono está asociado con la disminución de la abundancia de aves en los Estados Unidos y que las regulaciones destinadas a salvar vidas humanas también aportan importantes beneficios de conservación a las aves”

Catherine Kling, investigadora de la Universidad de Cornell

Con información de Europa Press y ‘En Punto’