Científicos japoneses descubrieron que las personas con altas concentraciones de "células T", que son parte del sistema inmune y que protegen al organismo ante las infecciones, tienen más probabilidad de vivir por al menos 100 años.

Células T, la clave para una larga vida

Para llegar a esta conclusión, los especialistas en investigación médica, Kosuke Hashimoto, Nobuyoshi Hirose y Piero Carninci, analizaron más de 41 mil células inmunes de siete supercentenarios y casi 20 mil sujetos más jóvenes.

El hallazgo más destacado, según los especialistas, fue que una gran proporción de las llamadas “células inmunes” de los supercentenarios provenían de un subconjunto llamado CD4 CTL, un tipo de célula T auxiliar, que puede atacar y matar directamente a otras células.

“La clave será entender cuál es el objetivo natural [de las células], lo que puede ayudar a revelar qué se necesita para una vida larga y saludable”.

Autores del estudio.

¿Cómo se realizó el estudio?

Aunque en Japón es común la longevidad, pues la esperanza de vida es de más de 81 años en hombres y más de 87 años en mujeres, los especialistas señalaron a través de una declaración, publicada en la edición en línea de la revista Live Science, que tuvieron dificultades para recolectar gran muestra celular.

Por ello, el estudio se enfocó en una recolección de sangre completa, que llevó a los investigadores a aislar células inmunes de la sangre de siete supercentenarios y cinco participantes de control, con edades entre los 50 y los 80 años.

Luego, con un método llamado transcriptómica de células individuales, que mide el ARN mensajero producido por los cientos de miles de genes de una célula, pudieron descubrir qué hacía cada una de las células inmunes, de manera individual.

Queratinocito, el tipo de célula epitelial más común en la piel humana. 

Cabe señalar que el ARN es el mensajero intermediario que traduce las instrucciones genéticas del ADN al núcleo de la célula, el cual utiliza esas instrucciones para construir proteínas. Al leer esencialmente los datos del ARN mensajero, los investigadores pueden determinar la actividad de cada célula, identificándose efectivamente y definiendo su función.

La célula involucrada  atacar y destruye a “invasores” del sistema inmune

El hallazgo más destacado fue que una gran proporción de las células inmunes de los supercentenarios provenían de un subconjunto llamado CD4 CTL, un tipo de célula T auxiliar, que puede atacar y matar directamente a otras células en la sangre.

"Esto es sorprendente, porque generalmente son un tipo de célula rara", escribieron Hashimoto, Hirose y Carninci a Live Science, resaltando que las células CD4, o células T auxiliares, generalmente no son combatientes, lo que significa que son capaces de atacar y destruir a “invasores” del sistema inmune.

Por lo general, sólo un pequeño porcentaje de todas las células T auxiliares son citotóxicas. Las personas más jóvenes en el nuevo estudio mostraron un promedio de 2.8 por ciento, mientras que en los supercentenarios fue de alrededor de 25 por ciento.

Con información de Notimex.