Viajar es una de las experiencias más bonitas de la vida; te da la oportunidad de conocer nuevos destinos, nuevas personas y sobre todo, de conocerte a ti mismo si es que lo llegas a hacer solo.

La cuestión está en decidirse a tomar una gran aventura y aunque muchas veces esto implica separarnos de nuestra pareja por un tiempo, sirve para darnos cuenta de muchísimas cosas en torno a nuestra relación, la confianza y el amor que le tenemos al otro.

En teoría las cosas no deben de salir mal; pero vaya, se necesita tener una gran relación para que las inseguridades y los celos no aparezcan cuando estén separados uno del otro.

Si aún no estás convencido de hacer tus maletas e irte lejos de tu pareja por un ratito, aquí te decimos algunos pros y contras que deberás considerar:

Sabrás cómo extrañarlo

Es probable que convivas con tu pareja todo el día y muchas veces desarrollen una dependencia que no está padre. El estar lejos podrá hacerte analizar las cosas y extrañarle tanto, que cuando se vuelvan a ver la alegría de tenerle cerca sea mayor.

Aprenderás a estar solo

Cuando tenemos pareja acostumbramos a hacer todo juntos y muchas veces nos olvidamos de nosotros mismos. Es hora de generar nuevas historias, nuevos recuerdos, enfrentar nuevos retos y conocer a más personas.

Enfrentarás tus miedos

Muchas veces cuando viajamos solos nos enfrentamos a los temores de lo desconocido. Nos alejamos de la seguridad que tenemos en nuestra vida diaria y caemos en un conformismo total al no querer enfrentar retos que nos pongan a prueba. A tu vuelta serás más seguro y eso beneficiará a tu relación.

Si la relación va mal, la distancia agrava el problema

Si tu relación está en un mal momento, puede que pienses que separarse y agarrar tus maletas hacia un nuevo destino sea la mejor solución. Es probable que la decisión no sea la más acertada y que la distancia solamente empeore la situación.

El (agri)dulce regreso

Es probable que te encuentres con una pareja super amorosa o bien, con alguien frío, distante, desilusionado, enojado. Si tu pareja no estuvo de acuerdo con tu viaje, es probable que les cueste un poco de trabajo volver a lo bonito de la relación.