Los niños infectados con el nuevo coronavirus pueden propagarlo por semanas, incluso si nunca desarrollan síntomas, o mucho tiempo después de que sus padecimientos ya desaparecieron.
Así lo afirma un nuevo estudio hecho por el Children’s National Hospital en Washington y publicado en la revista 'JAMA Pediatrics’.
La investigación siguió a 91 pacientes pediátricos de 22 hospitales de Corea del Sur, donde a diferencia del sistema de salud en Estados Unidos, todos los que dan positivo por Covid-19, incluso los asintomáticos, permanecen en el hospital hasta que desaparece la infección.
Los participantes en el estudio fueron identificados mediante el rastreo de contactos o el desarrollo de síntomas. De ellos, el 22 por ciento nunca desarrolló síntomas, el 20 por ciento inicialmente fue asintomático pero desarrolló síntomas más tarde y el 58 por ciento fue sintomático en su prueba inicial.
Los hospitales donde se alojaron estos niños les realizaron análisis cada tres días en promedio, obteniendo así una imagen de cuánto tiempo continúa la diseminación viral a lo largo del tiempo.
Los resultados mostraron que la duración de los síntomas varió ampliamente, de tres días a casi tres semanas. También se registró una extensión significativa respecto al tiempo que los niños continuaron propagando el virus y podrían ser potencialmente infecciosos.
El estudio destaca que el virus fue detectable durante un promedio de aproximadamente dos semanas y media en todo el grupo, pero una parte significativa de los niños, aproximadamente una quinta parte de los pacientes asintomáticos y aproximadamente la mitad de los sintomáticos, todavía estaban perdiendo virus en la marca de tres semanas.
En el editorial de 'JAMA Pediatrics’, Roberta L. DeBiasi, jefa de la División de Enfermedades Pediátricas, y Meghan Delaney, jefa de la División de Patología y Medicina de Laboratorio, destacan varios datos del estudio sobre el Covid-19 en los niños:
1. El gran número de pacientes asintomáticos, aproximadamente una quinta parte del grupo estudiado.



2. Los niños, un grupo que se cree que desarrolla principalmente una enfermedad leve que pasa rápidamente, pueden retener los síntomas durante semanas.
3. Los niños asintomáticos continuaron diseminando el virus durante mucho tiempo después de las pruebas iniciales, lo que los convierte en posibles vectores clave.
Sin embargo, las especialistas también plantean varias preguntas. Una se refiere al vínculo entre la prueba y la transmisión, pues señalan que un ‘positivo" o "negativo" cualitativo en las plataformas de prueba puede no reflejar necesariamente la infectividad.
En ese sentido, precisan que algunos positivos reflejan fragmentos de material genético que sin embargo pueden no enfermar a alguien o los negativos reflejan niveles bajos de virus que aún pueden ser infecciosos.
Con información de Europa Press.