El cine debe retar al espectador; el cine es un vehículo impresionante donde el realizador da un discurso que generalmente dura noventa minutos, ningún otro arte logra eso; el cine es una mirada al interior de un individio e indudablemente el espectador debe de vivir la aventura como si fuera propia, es un arte. 

Kim ki duk es el cine encarnado, sus historias retan al espectador en cada secuencia porque destruye las expectativas de la historia común. En este nuevo esfuerzo ?Moebius?, el director explora cómo la sociedad moderna ve la sexualidad, el entorno familiar y los patrones de conducta de una forma muy poco ortodoxa y donde el ejemplo al extremo es el protagonista. 

El realizador cuenta una historia de venganza por infidelidad y amputaciones genitales, de engaño y destrucción familiar, todo esto sin diálogo alguno, lo que no significa que el silencio reine en la historia, sino que las palabras sobran, el creativo necesita testigos parlantes para esta historia muda. 

Moebius necesita ser vista con ojos poco prejuiciosos, con la advertencia que el realizador busca el shock como vehículo narrativo. NO APTA PARA ESTÓMAGOS DÉBILES.