En el Himlaya, en India, existe un lago llamado Roopkund; no es precisamente el lugar más hermoso del mundo, pero ha ganado fama por tener una historia tétrica que guarda un secreto que aún no ha sido descifrado. Una vez al año, este cuerpo acuático arroja a la superficie restos humanos.

Fue en el siglo XIX cuando se reportó por primera vez el hallazgo de trozos de cuerpos humanos en el lago; desde entonces se hablaba de diversas teorías, entre ellas algunas leyendas que hablaban de monstruos que comían humanos, pero aún las que daban razones más creíbles, tenían sus toques escalofriantes, por ejemplo: una matanza masiva.

Ubicación del lago Roopkund

En 1942, H. K. Madhwal, un británico que llegó a la zona para trabajar como guardia forestal, notó que cuando el deshielo estacional se acercaba, en las aguas del lago podía verse los restos óseos de varias personas; en ese momento creyó que se trataba de los cuerpos de un desafortunado grupo de paseantes accidentados tiempo antes.

Pero pasadas las semanas, Madhwal quedó más que sorprendido al descubrir que cuando el agua se volvía líquida y cristalina, dejaba ver en su interior todo un “valle de la muerte” con cientos de esqueletos, piezas de madera, armas rudimentarias, prendas de cuero y joyas. En aquel momento se contabilizaron 600 esqueletos.

Orillas del lago Roopkund

Las investigaciones de la época arrojaron una primera hipótesis: los cuerpos pertenecían a los miembros de una tribu nómada que en algún momento se vieron envueltos en una tormenta de granizo cuyos fragmentos de hielo causaron heridas en gran parte de ellos. Sin embargo, esta teoría ha quedado prácticamente descartada.

Un nuevo análisis de 38 esqueletos reveló que hay restos de integrantes de al menos tres tribus distintas con diversos orígenes étnicos y, en contraste con lo que se creía, no murieron en un mismo evento catastrófico pues las pruebas de carbono determinaron que hay mil años de diferencia entre la muerte de unos y otros.

El equipo internacional, liderado por David Reich, genetista de la Universidad de Harvard (EE UU), y Niraj Rai, del Instituto de Paleociencias Birbal Sahni en Lucknow (India) destaca la posibilidad de que el primer grupo con ascendencia relacionada con poblaciones de India, haya llegado al sitio en medio de un ritual o peregrinación religiosa entre los siglos VII y X.

En contraste, entre los restos estudiados, se encontraron 14 esqueletos con ascendencia situada en el Mediterráneo oriental, especialmente Creta y Grecia que habría muerto entre los siglos XVII y XX. Y hasta ahora no existe una explicación sobre lo que hacían en el lugar ni cómo murieron.