Debido a un nuevo estudio de reconstrucción facial publicado en la revista ‘Frontiers in Ecology and Evolution’, los científicos dieron una nueva propuesta sobre cómo pudo haberse visto la cara de 'Lucy', la hembra de australopithecus hallada en Etiopía en 1974.

Este estudio, de título: “Visual Depictions of Our Evolutionary Past: A Broad Case Study Concerning the Need for Quantitative Methods of Soft Tissue Reconstruction and Art-Science Collaborations”, habla sobre las reconstrucciones, remarcando la importancia de los músculos en estas, utilizando como ejemplo a “Lucy”, la hembra de australopithecus.

Y es que, de acuerdo con el estudio, la reconstrucción de los músculos en especies como los australopithecus, sigue siendo extremadamente importante para la biología evolutiva, ya que esta, proporcionan más caracteres para los análisis filogenéticos, es decir las relaciones de parentesco entre especies.

Por ello, aunque las herramientas moleculares ayuden a determinar algunas características evolutivas del australopithecus mediante el ADN, no es posible recuperar este compuesto de todas las especies; pasa lo mismo con los taxones fósiles y los dinosaurios no aviares.

Además la reconstrucción facial desde la musculatura ayuda a comprender la morfología funcional y biología de los australopithecus.

Métodos de reconstrucción facial utilizados en “Lucy”, la australopithecus

A pesar de que existen varios y modernas técnicas para las reconstrucciones faciales de los australopithecus y otras especies, la mayor parte de estas, están realizadas mediante un método intuitivo para predecir el pasado basado en observaciones presentes de fenómenos naturales, la llamada “retrodicción”.

Este método, la retrodicción, es el más utilizado para las recreaciones faciales, sin embargo, es limitado, y carece de una base científica y empírica sólida; por su parte, las recreaciones musculares aunque son más las difíciles y complejas, ofrecen mayores ventajas en la investigación de los especímenes, entre ellos los australopithecus.

La reconstrucción facial de “Lucy” la australopithecus (A) y del “Niño de Taung” (B) se realizó para comparar los resultados de los diferentes métodos.