No hay nada peor que no saber decir que no, y tener que estar inventando excusas para no asistir a ese evento que ya habías confirmado, aceptar a una persona que llega de "sorpresa" a tu casa, o hacer un "favor" que realmente no querías.
Es casi la enfermedad del siglo: no saber poner límites. Pero de acuerdo con un recientes estudio realizado por la Universidad de San Diego en conjunto con el Colegio Bryan Mawe, son los integrantes de la generación Z quienes inventan más excusas para quedarse en casa simplemente porque no pueden decir que no.
El miedo de la generación Z a decir que no
Su principal interés son las redes sociales, así que prefieren estar sentados en casa mirando el celular y usan habilidades increíbles para mentir cuando necesitan librarse de algún compromiso, porque evitan los confrontamientos a toda costa. Y no se enfrentan porque no saben hacerlo, por ende no pueden poner límites.
"Es verdad que los tiempos cambiaron, también los límites. Prometen hacer algo que no van a poder cumplir, prefieren evitar la discusión a toda costa, y les cuesta enfrentar sus miedos".
Beatriz Goldberg, psicóloga y escritora.
La psicóloga y escritora Beatriz Goldberg explica que el miedo que siente la generación Z se deriva de su conexión con las pantallas y las apariencias que reflejan en redes sociales. No se valoran a sí mismos, se la viven comparándose y se consideran perdedores, así que permanecen en su burbuja.
No saben poner límites, se mienten a sí mismos y no son responsables
"Analizan todo muchas veces. Les gusta quedarse en su casa conectados a una pantalla antes que conectar con la realidad. En vez de tomar las riendas prefieren evitarlo mintiéndose a ellos mismos para no hacerse cargo de su vida".
Beatriz Goldberg, psicóloga y escritora.
Asimismo, otros de los cambios visibles en esta generación (nacidos de 1997 en adelante) a comparación de las anteriores, es que su consumo del alcohol disminuyó, no les gusta conducir y tienen menos relaciones sexuales que los millenials.