En Internet es fácil encontrar un montón de dietas que prometen ayudar a bajar de peso: la del helado de vainilla, la de la manzana, la de la luna… Todas ellas aseguran que verás resultados rápido y fácil, pero probablemente una de las más llamativas y revolucionarias es la dieta de la cerveza.
Como ya te estarás imaginando, esta básicamente consiste en integrar el consumo de cerveza a la vida cotidiana y cómo suele pasar con los regímenes de este estilo, no exige muchos cambios con el resto de los alimentos: sólo disminuir la ingesta de carbohidratos y grasas, pero sin matarse de hambre.
Las recomendaciones indican que debes tomar medio litro de cerveza lo más fría posible, todos los días para que al cabo de un mes bajes alrededor de cinco kilos. La teoría es que al consumir una bebida a tan baja temperatura se genere una especie de reacción térmica en el cuerpo que obligue al metabolismo a recuperar calor.
La dieta de la cerveza está basada en la idea de quemar calorías, que son la unidad de medida que determina la cantidad de energía necesaria para elevar un grado la temperatura del agua; entonces, el cuerpo requeriría de un gasto calórico importante para que la bebida alcanzar nuestra temperatura que generalmente es de 32 grados.
Es verdad que todo suena maravilloso, pero hasta el momento no existen pruebas de que esta técnica funcione. Sin embargo, lo que sí sabemos es que la cerveza es una bebida alcohólica capaz de generar adicción y causar problemas a nivel renal, hepático y nervioso.
Si realmente deseas bajar de peso o cambiar algún hábito, lo mejor que puedes hacer es acudir con un especialista que en este caso puede ser un nutriólogo o un bariatra; al final, si todo fuera tan fácil como ver un video de YouTube, estas profesiones no existirían.
Con información de Noticieros Televisa.