El dolor de saber que la persona que más te gusta o amas no te corresponde de la misma manera, es comparable con cualquier método de tortura irracional que te venga a la cabeza. Algunas personas dicen que “El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”, y puede que esta frase tenga mucho de razón.
Si sabes que no te corresponden, ¿qué haces ahí?, puede ser que la dependencia emocional sea tu peor enemigo, que te encapriches con el hecho de que esa persona es indispensable en tu vida y no puedes seguir viéndola como una simple amistad. Ten en cuenta que el amor exige reciprocidad, sin esa reciprocidad, no existe.
El filósofo chino Lao Tsé, decía que "Amar profundamente a alguien nos da fuerza. Sentirse amado profundamente por alguien nos da valor".
No gastes tu energía en alguien que no te verá de la misma manera que tú. Recuerda que el concepto de “pareja” requiere algo equitativo, de dos. Si uno de los dos recibe menos, eso no es parejo, por lo tanto la relación se vuelve tóxica.
Sin reciprocidad, la emoción se marchita, pero, ¿para qué esperar a que se te apachurre el corazón?
Para que el amor sea verdaderamente amor necesita ser correspondido, ese es el factor que le da solidez y permanencia al amor.
¿Cuáles son los efectos de un amor no correspondido?
En el amor no correspondido dentro de una pareja, el mayor problema es entender que el amor es fruto siempre de la voluntad, no se puede forzar ni exigir, se otorga como un darse a sí mismo como un acto de entrega generosa, simplemente, porque se elige hacerlo. Por lo tanto, cuando se recibe amor y no se da lo mismo a cambio, eso es evidencia ni más ni menos que no se ama. Lo cual debería ser una señal clara de que la persona que está amando está dando lo que no va a recibir a cambio, porque el amor, por esencia, no se puede exigir.
Si te encuentras en una situación así, te recomendamos analizar si vale la pena o no invertir en una relación que no te dejará nada más que dolor y desilusión, que te llevará a mendigar amor o comenzar a albergar emociones tóxicas que terminan enfermando.
Lamentablemente nos hemos acostumbrado a una mirada telenovelesca del amor, una relación entre drama y aventura con toques de romanticismo que endulzan los días. La realidad, querido lector, es que el amor es menos dramático y más coherente. Ten cuidado con lo que decides y literal: “Pare de sufrir”.
Con información de Elartedesabervivir.