Entre parejas se desarrollan ciertos apodos que a veces (casi siempre) rayan en lo cursi, absurdo, ridículo y más… Los más usados por todos son “bebé”, “amor”, “cielo”, “mi vida”; pero hay otros que en verdad rozan lo vulgar y que cuando los escuchas podrías morir de risa.
El amor te hace perder la cabeza, tal vez por esa razón, nuestra creatividad al utilizar apelativos es un tanto absurda. Pero bueno, el amor es divertido y sin duda, cuando ambos se dicen sobrenombres son de las cosas más hilarantes.
Según un estudio realizado por el Diario de Relaciones Sociales y Personales, las parejas que usan apodos tienen una relación más fuerte. Eso suena muy bien, siempre y cuando encuentres un apodo cariñoso que le fascine a tu media naranja. Porque claro, tú imagínate que tienes una novia indie y te da por llamarla “mamita loca, cosita linda”, pues como que no va.
El terapeuta Jamie Turndorf dice que esta es la "cosa más fácil que puedes hacer para mantener tu relación fuerte.". Al mismo tiempo, Salud de la Mujer informa que se ha comprobado que el lenguaje de pareja basado en frases cariñosas, chistosas o apodos han salvado una relación, sobre todo cuando uno de esos chistes se arrojan dentro de una situación tensa.
Pushito o pushita: Si un hombre le dice así a su novia, nos da demasiada información.
Panshi: Puede que sea un chico o una chica rellenita con una pancita que su novio adora.
Bordi (en lugar de gordito o gordis): Había que encontrarle otra manera mucho más cursi para decirle.
Almohadita: ¿Qué te viene a la cabeza cuando alguien le dice así a su pareja? Que le pone la cabeza encima, ¿No?
Culiflaqui o gordahot: ¿Te gustaría que así te llamara tu pareja?
Chanchiguagui: ¿Qué es eso? ¿Qué quiere decir?
Tigre, lobo y demás animales salvajes: ok, ya entendimos por donde va el asunto.
Si tu pareja es dulce, puedes llamarle nene, mi corazón, papito, mamacita. (Siempre acompañado con voz ñoña)
Si tu pareja es perfecta para ti, alma gemela, mi mundo, mi rey, mi reina. Haz que se sienta bien con cada palabrita que le dices.
Si tu pareja es vanidosa y le encanta hacer alarde de su cuerpo, llámalo Playboy o sabrosa, ricura y cosas por el estilo.
¿Cómo elegir un apodo para tu pareja?
1. Usa una palabra afectiva.
Éste es terreno abonado para los “itos”, las “itas” y todos sus derivados. Da igual lo que digas, todo debe ser reducido a la máxima pequeñez, un fenómeno que hasta ahora sólo había apreciado en los cocineros de la tele, siempre empeñados en que las acelgas sean “acelguitas”, y 6 kilos de carne “un solomillito”. Ejemplos: “cosita”, “mamita”, “bebito”…
2. El apócope es tendencia
El apodo de pareja anima a la brevedad, a la castración (verbal) me atrevería a decir. Sigue en cierto modo la misma pauta que cuando buscas nombre para un perro: que sea corto y sonoro. Así, “peque” es pequeña, “pitu” es pitufa, y “cuqui” me imagino que será cucaracha. Y esto nos dirige al siguiente punto que es…
3. Convierte un defecto en virtud
Combina los dos puntos anteriores y el apodo de pareja puede hacer sonar la palabra más ofensiva como bonita: “gordi”. “Gordi” es gordo, y todo el mundo lo sabe. “Gordi” es que menos birritas con los colegas y más cita romántica con ensalada. Es como el “Olvi, que es bromi” de Mario Vaquerizo, que todo lo atenúa. El peligro de excederse con esto es que podemos llegar a encontrarnos “tuerti”, “manqui”, “mal amanti”…
4. No te excedas con el uso de la "CH"
La “ch” es una letra que ni siquiera es una letra, son dos, no tiene entrada propia en el diccionario y no existiría de no ser por los valencianos. En el universo del apodo de pareja da un juego que que se presta para ser usado en todo: churri, cuchufleta, cuchi cuchi…
5. Porque se te antoja y la comparas con algo sabroso
La gastronomía está muy presente en la creación de apodos de pareja, y de esta forma abundan los “bizcochito”, “galletita”, “bomboncito” y demás dulces. Con el resto de sabores de momento no se aplica, aunque no os extrañe que pronto escuchemos algún “tomatito” o “albondiguilla”.
6. Destaca la parte del cuerpo que más te gusta
“ojitos”, “piecitos” y “naricita” son otros de los motes que se usan entre pareja. Esta área es especialmente cachonda y sí, muchos hacen referencia genitalia y otras zonas de índole sexual como “puchita”, “mi pajarito”, “mi pilín”, “Mi conchis o conchita”, “Panochita” y demás.
7. Los que destacan su ascendencia latina
Muchos le dicen a su pareja “frijolito” o “chaparrito” o “chapis”… Pero son también utilizan los “mami”, “papi”, “negro” y “negra” que tanto gustan a los letristas de merengue y bachata.
8. Títulos de realeza
Tomando en cuenta que muchas parejas quieren un príncipe de cuento o una hermosa princesa, terminan diciéndoles “rey”, “reina”, “princesa”, aunque también hay quienes hacen referencia al valor como “vida”, “tesoro” y “corazón”.
A ti, ¿Cómo te dicen y cuál es el apodo más ridículo que has escuchado?
Con información de GQ y Saludenlamujer.