El pasado mes de agosto se dio a conocer el proyecto artístico “The Proposal” de la artista estadounidense Jill Magid, el cual consistió en convertir 525 gramos de las cenizas del arquitecto mexicano Luis Barragán en diamante para incrustarlo en un anillo de compromiso.
El proceso de exhumación continúa siendo un misterio, ya que ni la familia, ni los directivos de la Fundación Arquitectura Tapatía Luis Barragán, han manifestado algo al respecto.
Desde luego que este proyecto ha sido controvertido desde un principio y no ha causado empatía entre la comunidad artística mexicana porque además, Magid ofreció a la directora de la fundación, quien posee desde hace 22 años los archivos de Barragán, darle su obra a cambio de los documentos.
Este hecho llamó también la atención de la periodista Alice Gregory, quien publicó cómo Magid viajó a suiza con su anillo en un estuche de cuero con la intención de tener acceso al archivo de Luis Barragán comprado por la pareja Zanco-Fehlbaum en 3 millones de dólares. La artista estadounidense quería que la pareja (dueños del archivo que ya nadie puede consultar) le dieran los papeles a cambio.
Ante estos hechos, 4 consejeros de la fundación tapatía renunciaron; entre ellos, Dolores Bestegui, quien expresó durante una entrevista con la periodista Marisa Iglesias, que su renuncia se debió a que la fundación no hizo ningún pronunciamiento porque “no estaba informada”, algo que para ella es sinónimo de “mano negra”.
Ante lo ocurrido, Arabella González, presidenta Fundación Arquitectura Tapatía Luis Barragán defendió su postura:
“Como fundación, ni participamos ni gestionamos, ni tuvimos nada que ver con el proyecto de extracción de las cenizas de Luis Barragán para hacerlas anillo. Si es verdad que algunos miembros de la fundación les gustaría que tuviéramos una posición más enérgica, más radical, pero en la fundación hay muchos puntos de vista y nosotros tenemos que ser institucionales…
Este conflicto se centra en un ámbito familiar y al final nosotros tenemos que ser respetuosos con la decisión que haya tomado la familia”, expresó González durante una entrevista realizada por la periodista para el noticiero de Ciro Gómez Leyva.
Miguel Adriá, también exconsejero de la fundación, se cuestiona “cómo es posible que un artista extranjero haya llegado a México a exhumar los restos del arquitecto mexicano más importante del Siglo XX sin la complicidad, sin la ayuda de gente clave de la aristocracia tapatía que puede mover las puertas para que esto se dé”.
Lo cierto es que este hecho solamente dejó dos cosas: indignación por la objetivación de los restos del arquitecto más importante de nuestra historia y el reconocimiento internacional que obtuvo esta artista al explotar y privatizar parte de nuestro legado.
{username} (@CiroGomezL) November 30, 2016