Un nuevo análisis realizado por el Museo de Historia Natural de Londres al Hombre de Cheddar, el esqueleto más antiguo encontrado en el Reino Unido, reveló que la piel de este individuo fue negra y que tenía el cabello rizado y ojos azules.
La investigación consistió en reconstruir la cabeza de los restos hallados en 1903, que de acuerdo con los expertos, pertenecen a un hombre que vivió poco antes de la llegada de los primeros colonizadores, así que las personas blancas que forman hoy en día la mayoría de la población británica son descendientes de estos últimos, no del heredero mayor, Cheddar.
Con esto, los expertos demostraron que el color de piel no es necesariamente una característica propia de un destino geográfico, pues los genes blancos se extendieron luego de que los colonizadores se trasladaron, pero de haberse asentado en otro sitio, probablemente los originarios del Reno Unido tendrían un tono oscuro.
{username} (@ipfo) February 7, 2018