Ya hemos hablado mucho de lo malo que es no dormir bien y no dedicarle al menos 8 horas de descanso al cuerpo. Cuando pensamos en dormir solamente nos imaginamos en reponer el nivel de energía que gastamos a lo largo del día; sin embargo, la cantidad de sueño que tengamos va más allá de eso.
El sueño no es un extra opcional en nuestra vida, es algo tan necesario como respirar, comer o beber. El sueño es un requisito fundamental, y es por eso que es tan importante que tomemos nuestros hábitos en serio o de lo contrario, nuestra salud empeorará.
1. Tu Piel se verá dañada
Dormir bien es igual a tener buena piel. La falta de sueño produce inflamación que descompone el colágeno, lo que resulta en un envejecimiento prematuro de la piel, aumentando la aparición de líneas finas, pigmentación desigual, y una piel menos elástica.
2. Tu estado de ánimo
Cuando no duermes bien te sientes de malas y además, no dormir bien puede afectar tus emociones a largo plazo. Las personas que regularmente no duermen lo suficiente son más propensas a los cambios de humor y depresión. Necesitamos dormir para procesar las emociones y formar nuevas vías en el cerebro, un proceso conocido como neuroplasticidad.
3. Tus hábitos alimenticios
Los estudios demuestran que la falta de sueño provoca un aumento en el apetito, por lo que la comida chatarra y poco saludable es como lo más delicioso del mundo para saciar nuestro antojo. Esto se debe a la falta de sueño, ya que conduce a la sobreproducción de grelina, una hormona que estimula el apetito, y la insuficiente producción de leptina, una hormona supresora del apetito.
4. Tu Memoria
La falta de sueño tiene un impacto notable en la función cognitiva. Limita el pensamiento innovador, reduce la capacidad de memoria de trabajo en un 38 por ciento, y aumenta la incidencia de falsos recuerdos. Investigaciones recientes sugieren que la privación del sueño es también un factor de riesgo para el deterioro cognitivo y la demencia en los adultos mayores.



5. Tu sistema inmune
Al no dormir bien haces que tu cuerpo baje sus defensas y sea más propenso a desarrollar enfermedades.