La tierra se encuentra en constante movimiento, aunque lo hace de forma imperceptible en la vida cotidiana. Gracias a este movimiento, hace millones de años hubo un supercontinente llamado Pangea que posteriormente se separó hasta formar los continentes como los conocemos hoy en día.

Ahora, los científicos afirman que en el futuro habrá un nuevo supercontinente al cual ya han nombrado como Amasia. Según los cálculos de la investigación, en 100 millones de años sobre el Ártico, en el Polo Norte, se fusionará una parte de Asia con América.

“Primero se fusionarán las Américas, para luego migrar mutuamente hacia el norte, lo que provocaría una colisión con Europa y Asia más o menos en el actual Polo Norte. Mientras que Australia continuará con el movimiento hacia el norte y se acurrucaría junto a India”

Ross Mitchell. Científico 
Supercontinente Amasia

El geólogo de la Universidad de Yale, también explicó que esta formación del supercontinente ocurrirá paulatinamente durante los próximos 200 millones de años. El futuro nacimiento de Amasia no sería una completa novedad para la geografía terrestre. 

Amasia se formaría por ‘deriva continental’

Por el contrario, a lo largo de la historia las placas tectónicas se han juntado y separado en diversas ocasiones. Este fenómeno, conocido como 'deriva continental', anteriormente, ha formado supercontinentes.

Hace 355 millones de años, los actuales continentes formaban parte de Pangea, ubicada a la altura del ecuador. Antes de eso existió otro supercontinente llamado Rodinia, dicha formación se habría ubicado al sur del ecuador hace mil cien millones de años. Antes aún, hace aproximadamente mil 800 millones de años, existió Nuna.

Para poder llegar a esta conclusión, los científicos recopilaron la trayectoria actual de las placas tectónicas con sismógrafos y estudiaron el campo magnético que tuvo la Tierra en el pasado. Esta disciplina es conocida como paleomagnetismo.

Recientemente, un nuevo estudio publicado en la revista 'Geology', agregó nuevas pruebas sobre la futura formación de Amasia. Según explica el estudio, estos movimientos serían parte de un ciclo natural de los supercontinentes.