Psicosis esquizofrénica y depresión son algunos de los trastornos mentales que pueden aparecer debido al alcoholismo. El doctor Oscar Lengua, jefe del Servicio de Fármacodependencia, afirmó que si no se brinda un tratamiento oportuno a los alcohólicos, tendrán mayor dolor y sufrimiento e incluso, podrían entrar en depresión severa que los lleve al suicidio.

Según Lengua, los síntomas de alarma en un alcohólico son: descuido del aspecto físico, conductas inapropiadas en el hogar, descuido de sus obligaciones laborales, familia, pareja y violencia familiar.

Explicó que el alcoholismo, como todo problema de salud mental,  tiene una naturaleza multifactorial, es decir, en donde confluyen varias causas, entre ellas, factores genéticos ligados estrechamente a una historia familiar de consumo de alcohol, así como problemas en la familia, trabajo o estudio.

Además, puntualizó que existen pruebas científicas para afirmar que hay una transmisión generacional en el consumo de alcohol. Uno de los factores comunes en familias con personas alcohólicas es la inestabilidad emocional, algo que podría dañar mentalmente incluso a los miembros de la misma.

El riesgo de padecer depresión es 3 veces mayor en los varones que abusan de alcohol que en los que no abusan. En las mujeres este riesgo es 4 veces mayor.

Existen tres tipos de alcohólicos: el consumidor regular, el anárquico y el adolescente. El primero es aquel paciente que consume alcohol con frecuencia y cuyo problema es negado inicialmente por la familia. El segundo es aquel que se embriaga durante varios días de manera episódica.

En ambos casos experimentan síntomas de incapacidad para abstenerse, detenerse de beber y de abstinencia al alcohol. El tercero es uno de los más preocupantes, ya que el alcoholismo en adolescentes ha aumentado con el paso de los años de manera considerable.

Con información de apa.org