Ryan y Justin son dos amigos que no logran hacer nada bien, pero el destino y si ineptitud les tenía preparado algo. Por equivocación van disfrazados de policías a una fiesta de máscaras venecianas. Esto le da una idea a Ryan: Pretender ser agentes de la ley y divertirse.
Ahora son una cara de la justicia que nadie había visto: la de la fiesta y embriaguez.
Luke Greenfield dirige y escribe esta cinta buscando entrar en el mercado de la comedia juvenil, pero su idea no llega muy lejos, la historia -como el desarrollo de personajes- queda corta o mal armada mostrando al espectador una trama dispareja y sin rumbo.
Agentes del desorden pretende ser un proyecto alocado y diferente, basándose mucho en la improvisación, pero no llega al nivel deseado.
Los actores que interpretan a Ryan y Justin son caras nuevas en el medio fílmico. Damon Wayans Jr viene de la dinastía de cómicos "la familia Wayans" y sin embargo cumple a medias su pesada tarea de hacer entretenida la cinta, cargar con ese apellido se convierten en unos zapatos muy grandes para el joven...
En cuanto a Jake Johnson que personifica a Ryan, es más conocido por su trabajo en la serie "New Girl". La dupla actoral tiene química y tienen sus momentos clave, pero el ser cómico no te hace buen actor y en escenas de desarrollo quedan flojos o muy simples haciendo que se pierda el interés por su historia.
No obstante, el cast de soporte es una mezcla de pura sangre de la comedia moderna americana y, por supuesto, el toque que le da algo de credibilidad al filme llega con Andy García, su presencia se nota en pantalla -algo que generalmente no sucede-, convirtiéndose en el pez grande de la pecera pequeña.
Fotográficamente cumple su cometido sin pena ni gloria, lo mismo se puede decir de su musicalización. Para ser concretos, no hay sorpresas.
Es una película que entretiene pero no es para cine, espera a que la pasen por cable en el paquete básico.