México.- Susana Sayas García, de 24 años de edad, era subteniente intendente en la Base Militar del 37 Batallón de Infantería, ubicado en Villahermosa, Tabasco. El 8 de marzo de 2019 fue hallada asesinada al interior de su trabajo, tenía un disparo en la cabeza y hasta ahora, la Sedena asegura que fue un suicidio aunque su familia exige una investigación como feminicidio.

Familiares de Susana han contado que ese día alrededor de las 4:30 de la mañana, la joven fue asesinada y para sustentarlo refieren que la prueba de radizonato de sodio (análisis para la detección de residuos metálicos provenientes del disparo de un arma de fuego) que le aplicaron salió negativa; 5 días después, otra prueba realizada en la necropsia también resultó negativa.

Luego de un año, la familia denunció que pese a peritajes y testimonios, la Fiscalía militar no acepta que se trate de un feminicidio. El responsable señalado por los parientes de la mujer sería un Capitán, pues la pistola con la que supuestamente se disparó Susana, le pertenecía.

Las razones que encuentra la familia para que ocurriera el feminicidio de Susana son que la joven había descubierto que dicho Capitán estaba haciendo malos manejos de los recursos; además este hombre la acosaba obligándola a salir a reuniones, pues de lo contrario recibía castigos.

Sobre las irregularidades del caso, la familia señaló que cuando Susana llegó al hospital militar cercano a la zona, las médicos que recibieron a la familia primero refirieron que se trataba de un homicidio pero luego, esa versión fue desacreditada. También dijeron que la cadena de custodia no se respeto y la arma fue contaminada por las misma autoridades militares.

Luego de ser trasladada a Mérida, Yucatán para una operación, finalmente Susana murió el 13 de marzo. Reciente el caso, una tía de la joven pidió apoyo de la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, para obtener justicia pero no fue respaldada.

“Siento una gran frustración porque no conseguimos justicia. Todas las pruebas apuntan al capitán. Hasta la fecha, las autoridades militares mantienen el argumento de que fue suicidio, pese a los dos dictámenes periciales forenses que señalan que no encontraron rastros de pólvora en sus brazos”.

Carmen Pech, tía de Susana

Hasta ahora, el caso de Susana Sayas García permanece en la Fiscalía de Yucatán pero el delito que se persigue es lesiones y no feminicidio, por lo que la carpeta podría ser cerrada. La lucha de la familia es por justicia y sanción para el responsable.

Susana nació en el municipio de Salina Cruz, en la región del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca; cuando alcanzó la mayoría de edad, se alistó al Ejército Mexicano y tras concluir su carrera militar, fue enviada a la base de Astata en Tabasco, donde comenzó a laborar 4 meses antes de su muerte.

Con información de Istmo Press y Proceso