Imagina que estás en un crucero de lujo disfrutando de tus vacaciones, cuando este sufre un accidente y te deja a la deriva; ahora imagina que el crucero es en una nave espacial, el accidente es en las cercanías de Júpiter y estás a la deriva en el espacio profundo; esa es la premisa de 'Avenue 5'.

HBO, de la mano de Armando Iannucci, nos trae una comedia que combina el humor negro y la ciencia ficción, mostrando lo terrible que puede ser el turismo espacial de una manera un tanto agradable, con un elenco de primer nivel, liderado por Hugh Laurie, conocido por su papel en 'Dr. House'.
Pero vayamos por partes para ver por qué 'Avenue 5' es una de las series de comedia más recomendables de este inicio de año.
'Avenue 5' y los viajes donde todo sale mal
'Avenue 5' es el nombre de una lujosa nave interestelar propiedad de Herman Judd, excéntrico millonario que pretende incursionar en el turismo espacial. Todo va bien hasta que un accidente saca de curso al vehículo, convirtiendo un viaje de unas semanas en uno de varios años.
Esto provoca una serie de situaciones donde los responsables de la nave, pasajeros y control en Tierra tratarán de resolver el asunto, aunque eso complique más las cosas.

Como buena serie cómica, una situación que para muchos seria horrible durante un viaje, resultan por demás hilarante, ya que refleja muy bien los distintos estadios, personajes y momentos que uno puede ver cuando viaja con muchas personas y lo placentero se arruina por completo.
Divertidos personajes en medio del Sistema Solar
Sin embargo, este viaje no sería tan divertidamente horrible sin una tripulación que soporte las quejas de los pasajeros. Si bien Hugh Laurie es el estelar con su papel de Capitán Ryan Clark, no opaca al resto de sus compañeros, quienes hacen un excelente trabajo.
Tal es el caso de Josh Gad como Herman Judd, quien personifica a la perfección el estilo egocéntrico e irresponsable del millonario estereotípico; o de Suzy Nakamura, quien es Iris Kimura, asociada de Judd que a pesar de todo, se preocupa más por la imagen de la empresa que por sus clientes.

Y claro, del lado de los pasajeros tenemos a Rebecca Front como Karen Kelly, la clásica señora que presiona a los responsables para que arreglen la situación; y que aunque no lo queramos aceptar, de no se por este tipo de personas, muchos nos quedaríamos a merced de las compañías y sus errores.
En el espacio nadie te oirá quejarte
Dicen que todo chiste tiene cierto grado de verdad, y bien que mal, 'Avenue 5' pone en tela de juicio lo conveniente que será el turismo espacial cuando esté habilitado al 100%.
Señalando las complejidades de un escenario de desastre, en clara desconfianza para con los responsables de estas iniciativas; quienes creen que pueden tener control total de todos los eventos sólo porque tienen recursos monetarios.

Sin importar que se usen a personas que confían en ellos, como material de prueba para sus proyectos, por más irreales y alocados que estos sean. Declarando que todos los vicios de las empresas y turistas terrestres se mantendrá, sólo que ahora se darán en un lugar alejado del planeta.
El talón de Aquiles son los efectos especiales
Si de algo cojea 'Avenue 5' es de sus efectos especiales, pues para ser una serie de comedia en un mundo de ciencia ficción, carece de efectos especiales relevantes; pocas veces vemos realmente la ambientación espacial.
Si bien queda claro que el peso de la narrativa se da en las situaciones dentro de la nave, destaca que dicho elemento sea dejado de lado poco a poco, quedándose más como algo anecdótico que sirve en función de las bromas.

Es probable que HBO vea a su serie como algo de segundo orden, comparada con 'Game of Thrones', 'Westworld' o la cancelada 'Watchmen', donde se hace un alarde de recursos increíble para una serie de televisión.
'Avenue 5' es el perfecto aperitivo para las series de 2020
No, 'Avenue 5' no se convertirá en ese hito de las series de comedia, de hecho no tiene esa aspiración, ya que su única intención es divertir y eso está bien.
En un mundo donde parece que todas las obras de entretenimiento tienen la obligación de "cambiar el mundo" o ser el "nuevo fenómeno cultural", que esta serie opte por lo más simple es por demás bienvenido.
Como un buen chiste, nos da un alivio de tanta tensión que se puede llegar a presentar incluso en los medios que deberían de servir de relajación. Sin duda es un buen aperitivo para la llegada de los pesados platos fuertes que se avecinan el resto del año.