No es ningún secreto, Mauricio Islas tuvo una dura infancia; su hermanita murió cuando él apenas tenía diez años de edad, sufrió la separación de sus padres y por su aspecto vivió en carne propia el bullying.

En declaraciones para al programa De Primera Mano, el actor de telenovelas recuerda haber sentido miedo cada vez que iba a la escuela, sus compañeros lo acosaban e incluso agredían física y verbalmente, creció en Santa María la Ribera, donde tener los ojos claros parecía ser algo malo.

“Tenía 10 años. Vivía con mucho miedo”, recuerda y explica que el acoso en aquel momento no era tan evidente como hoy. “En aquel aquel momento te veían cinco personas ahora te ven millones por las redes sociales”.

Aquel acoso tuvo consecuencias, confiesa haber sido un adolescente muy agresivo, enojo que sacaba cada vez que jugaba futbol americano por lo que cuando dejó deporte, se descontroló, razón por la que ingresó a terapias y cursos de introspección. 

Consciente que hoy son muchas las personas que sufren bullying, que muchas veces caen en una profunda depresión y que incluso recurren al suicidio cuando no saben cómo salir de él, creó una fundación que se llama "Mauricio Islas rescatando el ser, solo te queda despertar” donde se apoya a los jóvenes a contener y ponerle un fin a las conductas destructivas. 

“Detrás de una adición hay un problema emocional”, dice el actor para invitar a jóvenes y hasta adultos así como deja claro que su centro de tratamiento emocional no se dirige únicamente a gente que consume alcohol y drogas sino a personas depresivas, a jugadores compulsivos, a quienes no pueden dejar las redes sociales, las que se dañan a sí mismas cortándose y hasta los que no pueden vivir sin sexo. "Todo puede volverse una adicción", finaliza.