Oliver Stone entra al mundo donde la política y la tecnología se envuelven en el más grande escándalo de los últimos cinco años. Una película que intenta dar estructura y coherencia a un público no familiarizado con el tema de vigilancia masiva por parte de la NSA por manos de un analista llamado Edward Snowden.
Protagonizada por Joseph Gordon Levitt, narra paso a paso cómo fue su salida de América hasta su auto exilio. Stone generalmente es atraído por este tipo de historias, pero siempre tiene una fuerte opinión y trata de plasmarlo en sus cintas. En esta ocasión el director busca presentarnos los hechos en una total pureza; sin embargo, la intriga o los recursos narrativos fuertes ya los pudimos ver en la vida real con el documental Citizen 4.
Stone fue por más de 20 años la voz política americana. Esta vez el realizador se vuelve víctima de su propia fama y se siente obligado a emitir su opinión sobre Snowden dejando fuera algunos datos importantes. Se olvida de la lógica detrás de las acciones del personaje. Aún así se puede ver a un excelente cineasta detrás de la cámara, y frente a ella a un posible nominado por La Academia en la próxima entrega.
Snowden es un filme político que se queda corto con la realidad aún cuando lo realizó alguien experimentado. Vale la pena adentrarse más en este pasaje de la historia que reconstruye el mundo digital como lo conocemos actualmente.