¿Qué pasaría si el meteorito que mató a los dinosaurios hace 65 millones de años no hubiera chocado con la tierra? Esta teoría la presenta Pixar en su película animada numero 16. 

Arlo es un dinosaurio temeroso del mundo, siempre al cuidado de su padre,  hasta que un día se separa de la manada, desesperado busca de nuevo reunirse con su seres queridos y por casualidad se encuentra con una nueva mascota, Spot un niño humano. Juntos emprenderán su viaje para encontrar de nuevo su hogar.

Después de numerosos atrasos de estreno y cambios fuertes de producción e historia, por fin llega -casi un año después de lo programado- esta cinta animada. Empecemos por decir que la productora busca el gusto familiar y no se enfoca en cumplir las expectativas de los pequeños como la subfranquicia de Monster Inc. o Cars. En esta entrega se toman decisiones un tanto extrañas a la hora de su ejecución, sin revelar mucho hay una o dos ocasiones donde la violencia y la muerte se hacen presentes, algo raro en una empresa de animación.

La decisión de diseño de personajes es bastante cuestionable, todos son exageraciones estilo “cartoon” pero los escenarios son increíbles y foto realistas. Una extraña decisión por parte de los realizadores. Por supuesto se debe de admitir que ya la técnica de animación digital ha llegado a un punto increíble, los elementos de agua, tierra y luz son casi indistinguibles con la realidad, la tecnología ha llegado a puntos antes imposibles de lograr.

A pesar de la carencia de emotividad que caracteriza una cinta de pixar, 'Un gran dinosaurio' es un buen esfuerzo, pero no logra conectar con el público ni con sus escenas de pérdida y dolor que parecen la adornan, pero, por supuesto, a un niño de 8 ó 10 años no le importa esto.  

Por favor, ve y disfruta de esta cinta en compañía de los pequeños, en unos años quizá entiendan mas de un tercio del humor que arma esta animación pero por el momento la disfrutaran infinitamente.