Susan Cooper es una analista de información satelital en la CIA, es un trabajo parecido a un GPS humano, en pocas palabras es miserable, pero con la desaparición del agente estrella de la agencia y el robo de una lista de todos los agentes secretos, la CIA decide darle la misión al menos pensado, a una mujer de mediana edad sin experiencia. 

Spy es dirigida por Paul Feig, director de Bridesmaids y creador de la carrera fílmica de la actriz Melissa McCarthy, de nuevo este par une fuerza para contar una historia tan trillada en el género al que le dan un mirada nuevo. McCarthy es conocida por sus actuaciones agresivas pasivas y sus diálogos entre dientes, un método ya desgastado en ella, pero esta vez logra recuperar la credibilidad y hace esta actuación una de las mejores de su carrera.

La cinta tiene sus momentos, una burla que llama ?homenajes? que el director compensa con escenas de acción bien realizadas y un manejo de cámara elegante y bien estudiado. 

El reparto es increíble empezado por Rose Byrne que interpreta a la antagonista Raina Boyanov con un estilo elegante pero con la cara congelada en modo engreído, seguida de Jason Steinman que se mete en la piel de un agente desenfrenado simplemente llamado Ford,y por supuesto el hombre insignia de la cinta Jude Law que hace del super agente estrella Bradley Fine, que crea a una especie de James Bond más sincero y menos egomaníaco. 

El director sabe perfectamente hacia dónde quiere llevar esta cinta que mantiene al público con una sonrisa ininterrumpida, es su mejor trabajo a la fecha. Spy vale la pena ser vista en salas si lo tuyo es ver comedias bien llevadas y con detalles de accion.