Ari Vera Morales, presidenta de ?Almas Cautivas?, Asociación Civil que apoya y asesora a personas LGBTI recluidas en los centros penitenciarios de México, comentó durante la transmisión del programa Martha Debayle, que de las 25 naciones de la OEA, México tiene segundo lugar en violencia vs población gay.
De los 86 casos documentados en México; 76 fueron asesinatos y siete de violencia no letal. Por ello, el pasado mes de mayo, La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su preocupación ante los repetidos actos de violencia y discriminación que enfrentan las personas LGBT, privadas de libertad.
La Comisión hizo un llamado a los Estados Miembros de la OEA para que adopten medidas urgentes y eficaces que garanticen la vida, seguridad, integridad personal y dignidad de las personas LGBT en cárceles y los centros de detención de migrantes.
Resulta que si de por sí para cualquier persona es una situación complicada estar en la cárcel, para los homosexuales es aún más riesgoso pues son segregados por su orientación sexual, acosados e incluso el criterio del Tribunal Superior de Justicia es "genitalista".
Con ello nos referimos a que si tienes genitales masculinos tendrás que ir a un reclusorio varoni y si tienes genitales femeninos tienes que ir a un reclusorio femenil. Todo esto, aún cuando hayas nacido hombre y ya seas legalmente mujer.
Es decir, el estado te reconoce lo que sientes y quién eres por medio de un trámite administrativo, sin embargo, existen muchos casos de que personas trans que pagan su condena en cárceles para hombres a pesar de que se hicieron una reasignación genital.
Aunado a esto, la población LGBT se ve obligada a ejercer el trabao sexual con tal de hacerse de recursos que les permitan comprar un cepillo o pasta de dientes. Por ejemplo, el sexo oral lo venden por 20 pesos y el sexo con coito, en 50 pesos.
Con información de Marthadebayle.com