Carmilla (1872), novela de Sheridan Le Fanu, fue la figura vampírica histórica que inspiró a Bram Stoker para crear su obra ‘Drácula (1897)’. Además fue la primera en representar la figura contemporánea del vampiro y en relatar y reflejar la primera relación lésbica abierta en la literatura victoriana.

Sheridan Le Fanu escribió una de sus más grandes obras en 1872, es decir 25 años antes de que Bram Stoker escribiera su famosa novela ‘Drácula’. Si bien no existen documentos que lo sustenten, sí podría decirse que Bram se inspiró en Le Fanu para crear al famoso conde que saltaría a la fama de la mano del director Francis Ford Coppola y del actor Gary Oldman en 1992.

Es debido al éxito que obtuvo que se le considera a Carmilla la precursora de la figura del vampiro tal como lo conocemos, es decir, una criatura cargada de erotismo y sensualidad, capaz de seducir a sus víctimas a fin de terminar con sus vidas. Antes de Dracula y los vampiros de Brad Pitt, Antonio Banderas, Tom Cruise (Entrevista con el Vampiro) y Robert Pattison (Crepúsculo), existió Carmilla. 

La evolución de la figura del vampiro que data desde John William Polidori con ‘El vampiro’ en 1819 quien se encargaría de poner al vampiro un aire de humanidad y, para 1839 con ‘La familia de Vurdulak’ de Aleksei Tolstoi le imprimiría un aire seductor, enigmático y violento.

‘Carmilla’ fue la precursora del arquetipo vampírico 

‘Carmilla’ llegaría para ponerle erotismo letal, algo fundamental en esta criatura mitológica, por lo que se le considera la precursora antes que ‘Drácula’ ya que Le Fau construyó el arquetipo definitivo de la literatura contemporánea del vampiro hoy en día pues humanizó la figura y lo colocó en una situación con matices sentimentales con otra doncella, es decir sería una de las primeras relaciones lésbicas abiertas de la literatura universal.

Muchos dicen incluso que Le Fanu se inspiró en la historia de la condesa Elizabeth Barthory pues el prototipo de la figura en la novela victoriana en donde figuraba al ser reprimido incapaz de cumpir sus deseos, lo que hoy se observa en la actualidad con alguien rebelde y diferente a la sociedad, además su escritura misteriosa, gótica romántica se debieron al fallecimiento de su esposa, Susanna Bennet.

Sheridan Le Fanu inyectó la atmósfera romántica y tétrica, cargada de sensualidad, algo jamás visto en una novela victoriana además de definir un nuevo término: El lesbianismo, pues Carmilla se vale de su sensualidad para atrapar presas femeninas e incluso no sólo inspiró a la creación de Drácula sino también a Lestat, de ‘Crónicas Vampiricas (1976)’ de Anne Rice.

La habilidad de Le Fanu al escribir ‘Carmila’ logró acercar a una sociedad reprimida a un tema tabú, es decir a una relación íntima y erótica entre dos mujeres pero, al saber plantearlo de una manera e la que el lector se fuera interesando cada vez más entre la relación de sus protagonistas: Laura y Carmilla.