El jugador de Toluca, Enrique Triverio, aún no puede comprender qué fue lo que sucedió aquella noche de Copa MX donde fue expulsado por supuestamente ‘agredir’ al silbante.
En entrevista para ESPN Radio Fórmula, el atacante choricero aseguró que se siente como un ‘chivo expiatorio’ después de toda la presión que la Comisión Disciplinaria acarreaba por sus malas decisiones previas, misma a la que pidió revisar su sanción de una manera diferente a la de Pablo Aguilar.
“No se deben medir igual, me parece que lo mío fue distinto, no hubo intento de agresión, fue solo el hecho de que me escuche el árbitro, que me mire. No sé si será de menos o mayor que la otra expulsión, hay especialistas, pero a mi punto de vista no. Para mí es exagerada, y mirando el futbol mexicano hubo muchas acciones antes, ese tipo de cosas que sólo tuvieron un partido o dos de suspensión, y en este caso se detonó un ‘hasta aquí llegamos’ y vino la suspensión. Dijeron hay que hacer algo, nos tomaron a nosotros”, manifestó.
Asimismo, agradeció a su equipo por el apoyo que le ha brindado en este momento tan difícil y se mostró confiado en que habrá una apelación por parte del equipo para que se acorte la sanción.
“Significa mucho, demuestra que el club no me deja solo en esta situación complicada y anormal, a la que no estamos acostumbrados a vivir. Para mí todo es nuevo, y que te respalden te deja tranquilo y la familia que es la que más sufre. Estos días fueron muy complicados bastante difíciles, y nada normales a lo que uno está acostumbrado, pero ya estoy tratando de entender las cosas, estar tranquilo, que hay gente que se ocupa de parte del club, que me brindó su apoyo y teniendo fe a que se resuelvan las cosas”, señaló.
Enrique Triverio fue castigado con un año de suspensión, sin poder jugar en ninguna cancha del mundo, por agredir al silbante del partido que su equipo sostuvo ante Morelia en los cuartos de final de la Copa MX.
Con información de ESPN.