México.- El fin de semana pasado, Nico Castillo, delantero del América, dejó el hospital donde estaba internado luego de haber sufrido una trombosis desencadenada por una operación a la que fue sometido. Sin embargo, su regreso a las canchas podría tardar casi un año.
Según expuso el periodista Rubén Rodríguez en su columna de Récord de este miércoles 12 de febrero, Castillo dejará de tomar anticoagulantes en aproximadamente 9 meses, por ende, hasta ese momento podrá realizar una actividad física de alto rendimiento.
Y es que, añadió el comunicador, la ingesta de este medicamento modifica el rendimiento de cualquier atleta, ya que, por ejemplo, la sangre se adelgaza y en consecuencia las heridas tardan un poco más en cicatrizar.
Recordemos que Castillo fue intervenido quirúrjicamente luego de sufrir una lesión en el tendón; no obstante, ahí presentó un coágulo que desencadenó el citado episodio que, como se dijo en su momento, incluso puso en riesgo su vida.
Recomiendan a Castillo estar bajo supervisión médica de por vida
Por otro lado y tras ser consultado por ESPN, el médico que atendió al fallecido portero Miguel Calero, José Antonio Torres, explicó que, en su experiencia, quienes padecieron una trombosis deben estar sometidos a supervisión médica permanente.
“Hasta dónde está mi conocimiento, después de haber ido a Estados Unidos, Argentina, a todas partes, a ver el caso de Miguel Calero, los especialistas coinciden que tiene que estar bajo tratamiento permanentemente después de una trombosis”.<br>
José Antonio Torres
Finalmente, el especialista puso énfasis en que la trombosis puede volver a presentarse pese al tratamiento, de ahí que sea sumamente importante para el atacante andino seguir el las indicaciones al pie de la letra y no acelerar su recuperación.
“En el caso de un paciente que esté bien tratado, bien anticoagulado, el porcentaje baja, pero sí hay posibilidades de que se vuelva a presentar un cuadro. Tan es así que recuerdo lo de Miguel: tiene una trombosis en Monterrey, nos vamos a Estados Unidos a tratarlo. Se opera, se le pone un ‘stent’. Regresa, juega el Mundial de Clubes, todavía otro año con el club y definitivamente se retira porque el riesgo estaba latente. Ya retirado, se vuelve a manifestar la trombosis que desgraciadamente le quitó la vida”.<br>