Iker Casillas vivió este domingo un partido bastante plácido ante el Granada, aunque el mostoleño no pudo evitar llevarse un pequeño susto por un acontecimiento que tuvo lugar en la grada. Y es que en un disparo del Granada contra su portería en la primera parte vio cómo un pequeño aficionado se llevaba un balonazo y preocupaba a sus familiares y allegados. De hecho el propio guardameta llegó a solicitar con gestos que entraran las asistencias a ayudar al niño, aunque al final por fortuna el incidente no pasó a más. Por eso al acabar el partido el internacional español no se olvidó de lo sucedido y decidió regalarle su camiseta como recuerdo que compense su mal rato en la grada.