Esta vez fue punto de atención y no necesariamente por ninguna de estas dos razones, sino por su sentido del humor. Camino a los vestuarios del Manchester City, el delantero italiano no pudo contenerse y le quitó una parte de la cámara a una de las fotógrafas del club que previamente lo había retratado. Sharon Latham, la reportera gráfica, no tuvo otra alternativa que reír.