México.- Un hecho histórico se produjo en el choque que sostiene en estos momentos las Selecciones de Francia y Australia, pues el árbitro Álvaro Cunha se ayudó, por primera vez en Copas del Mundo, del VAR para marcar un penalti.

Corría el minuto 56 cuando Antoine Griezmann ingresó al área pero fue derribado por un defensa rival. Aunque a primera instancia parecía que la acción había sido limpia, el nazareno se apoyó del video arbitraje y, tras examinar la jugada, decretó la pena máxima.

La infracción fue cobrada de manera perfecta por el propio Griezmann, quien partió la meta con un riflazo en aras de darle la ventaja a sus huestes. No obstante, los Canguros empataron casi de inmediato también desde los once pasos.