El comediante Eugenio Derbez, compartió desde su cuenta de twitter, el “llamado desesperado” de un amigo suyo, médico de una clínica del IMSS, quien, a través de una carta, pedía insumos urgentemente, se quejaba de la falta de espacio para atender a pacientes infectados de Coronavirus y se quejaba de que las autoridades habían abandonado a su personal médico”. Más tarde se aclararía que dicho médico se llama Faustino Ruvalcaba (tiene nombre de médico de telenovela) y que la clínica a la que se refería es la Clínica 20, de Tijuana, Baja California.
Más tarde, la doctora Desireé Sagarnaga Durante, Delegada del IMSS en la entidad, desmintió a Eugenio Derbez, pidiéndole de paso que no difundiera “fake news”. Eugenio Derbez, contraatacó, argumentando que no eran “fake news”; su carta fuerte: el mismísimo doctor Faustino Ruvalcaba en persona, declarando que efectivamente, el sector salud de Tijuana es pesadillesco.
Yo sí creo que Eugenio Derbez haya colaborado, con buena intención, en la transmisión y difusión de la carta de su amigo, el doctor Faustino Ruvalcaba, respecto a la situación límite de la Clínica 20. También creo que la preocupación del comediante es auténtica, particularmente cuando lo respalda el propio gobernador, Jaime Bonilla.
Lo raro es que el doctor Faustino Ruvalcaba hable, a nombre del personal de la clínica 20, cuando aparentemente no existe un vínculo con el IMSS, pues el doctor asegura que trabaja en el sector privado. En fin, ese detalle le da un sesgo “fake”.
En fin. Yo sí te creo que actuaste de buena fe y te insultaron sin razón, Eugenio Derbez. Lo que no te creo, es que súbitamente te hayas tentado el corazón desinteresadamente, así nomás, por tus hermanos mexicanos, allá en Tijuana (pues desde hace mucho tiempo vives en los Estados Unidos). Un proceder tan sospechoso como el de Ricardo Anaya, ofreciendo asesorías para los hermanos infectados. Tú te traes algo con los doctores de Tijuana.
La última vez que reafirmaste que no hacías “fakenews”, aseguraste: “Son las 2:30AM de la mañana y acabo de colgar el teléfono con los doctores ahí de la clínica”. ¡Épale, épale! Aquí hay algo raro…
¿Cómo pasaste de transmitir el mensaje de un amigo médico de la clínica 20 de B.C. a tener conversaciones con los médicos de la clínica 20 en calidad de… vocero? ¿líder? Sería bueno conocer a esos doctores, para que expresen directamente su sentir, sin intermediarios como el señor Eugenio Derbez, a quien nomás le están quitando su valioso tiempo.
Termina con una frase digna de “Hombre al agua”: “Que triste que se invierta más tiempo a tratar de ocultar una verdad, que a salvar vidas. Que Dios los bendiga”.
¿Qué verdad se trata de ocultar? ¿Qué el sector salud está rebasado y requerimos médicos cubanos? ¿Zombies infectados invadiendo las calles? ¿Que Eugenio Derbez no miente? (por cierto, me lleva tres segundos menos “tratar de ocultar una de estas verdades, que salvar vidas”).
Su cierre “Que dios los bendiga”, es a todas luces irónico, y por lo tanto, injusto. Sé que en la comedia la ironía es moneda corriente, pero en el caso de los trabajadores de los centros clínicos de salud públicos, médicos, enfermeras, camaristas, etc., hay que tener tacto. Es delicado afirmar que esa gente no invierte su tiempo en salvar vidas, particularmente cuando el personal de Salud está siendo víctima de manifestaciones irracionales de odio y agresiones.
Se agradece que te acuerdes de tus paisanos mexicanos, Eugenio Derbez. Cuando pase la pandemia por acá nos abrazamos.