Después de 4 años de permanecer en estado de coma ha fallecido Gustavo Cerati.
Icono latinoamericano incrustado en la cultura pop de la ?generación X?, Cerati forma parte esencial de la fiesta que representaron los años ochentas.
Poeta convertido en músico o tal vez músico transformado en poeta, Cerati logró dar sentido a los pensamientos de millones de jóvenes de habla hispana.
Parteaguas en la difusión del Rock en español, Cerati modificó la forma en la que los medios masivos de comunicación concebían a la música pensada, escrita y expresada en castellano.
Acompañante involuntario en las juergas, en las soledades, en los amores y en las decepciones, Cerati estuvo siempre ahí, con su voz, con su guitarra.
Cerati, sí, Cerati, el Soda Stéreo, el heredero de la contestataria poesía Argentina, el que sobrevoló Buenos Aires después de la dictadura, el que habló del temblor en una época de terremotos, el que se despojó de los tabúes para decir que nada era personal, el que podía pararse en la cornisa o mirar el mundo desde una persiana, el de la música ligera... Sí eso y más fue Cerati.
Su lugar en la historia musical y cultural ahí queda, permanecerá intacta de aquí a un millón de años luz, circulando incesante en los pulmones de los que respiramos la década de los ochenta y de quienes hoy descubren en sus letras el enunciado ahogado.
Gustavo Cerati se ha ido después de 4 años de dormir, de silencio y muy seguramente de soñar mil veces las mismas cosas.
Descanse en paz.