29 de abril de 2024 | 09:22 p.m.
Opinión de Luis Adolfo Méndez

    El Democrático. Los ventiladores de Heberto Castillo

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    Hace algunos años, cuando Heberto Castillo estaba vivo, propuso instalar unos enormes ventiladores que sacaran la contaminación de la cuenca del Valle de México. Nadie lo tomó en serio, era evidente que eso no combatía las causas del problema. Ahora sin embargo pienso que no era una idea descabellada, por una sola razón: la salud de más de 20 millones habitantes, la cuarta o quinta parte de la población de este país.

    Los problemas de contaminación en las grandes ciudades, no son un mal menor. Todos los países han tenido que tomar medidas para combatirla. Es un hecho que dicha contaminación resulta una enfermedad terminal en la salud de los habitantes. Cuando no hay protección, cuando no se dimensiona el problema y se deja crecer la contaminación a niveles altamente tóxicos, los seres humanos pueden morir, desplomados por la intoxicación. Hay antecedentes en el mundo de haber muerto así, si bien son ejemplos extremos, ciertamente representan un grave problema de salud que hay que tomar en cuenta.

    Y no solo la contaminación. Los problemas relacionados con el transporte y la ahora llamada movilidad (accidentes de tránsito) son causas principales en las estadísticas de mortalidad. Entre jóvenes y adolescentes es eventualmente la causa principal. El caso es que la vida de los habitantes de una ciudad está fuertemente amenazada por estos problemas, un componente de la ciudad que tiene que ver con el transporte y la vialidad, ahora movilidad.

    Ante la emergencia que impone la realidad imperante en esta ciudad, contingencia tras contingencia, que aparte de la salud atenta contra su economía y desarrollo, la propuesta de Heberto Castillo no es una fumada, hay que hacer algo antes que esto se convierta en una tragedia. A más de ocurrencias, no se ve por ningún lado que las autoridades vayan hacer algo, de hecho, le están dando la vuelta al bulto del problema. Ese bulto que está lleno de millones de autos y vehículos que emiten contaminantes.

    No hay vuelta de hoja, son demasiados vehículos y si no se propone reducir su uso, modernizarlo con más transporte colectivo, regularlo y planearlo con rectoría estatal. No va haber de otra que echar mano de los ventiladores. No soy pesimista, soy realista.