En Estudios sobre el amor, José Ortega y Gasset afirmó que ?según se es, así se ama?, frase que describe la propuesta que sobre el amor hace León Tolstoi, el profeta social que se casó profundamente enamorado ?o eso creía él- de su joven esposa a la que doblaba la edad, pero a quien terminó detestando al final de su vida.
?El lobo siempre será el malo de la historia si sólo escuchamos la versión de Caperucita? dice un sabio refrán y el recién publicado artículo de The New York Times - ?Más de un siglo después Sofía Tolstoi habla?[1]- escrito por William Grimes, da cuenta de cómo la esposa del autor de ?La sonata a Kreutzer?, escribió dos novelas ??¿de quién es la culpa?? y ?canción sin palabras?- para defenderse de la humillación ante los ojos del mundo, al haber sido utilizada tácitamente, por su cónyuge, para justificar su teoría acerca del celibato, los celos, el amor verdadero y una concepción muy particular del cristianismo.
La sonata a Kreutzer
?En la novela reverberan los celos que experimentó Tolstói por el encaprichamiento de su mujer Sofía Behrs con el compositor Serguéi Tanéyev y su música?[2] afirma una fuente que confirma su hipótesis en la obra de Sofía, la esposa de Tolstoi, de su hijo Lev Lvovich Tolstoi ??Preludio de Chopin?- y de Michael R. Katz, profesor emérito de estudios de Rusia y autor del estudio más reciente sobre el caso ?variaciones de la sonata a Kreutzer? y quien descubrió las novelas de la señora Tolstoi y decidió dar voz a la villana de la historia que se ha contado hasta ahora acerca de los problemas conyugales de la familia y de cómo éstos inspiraron al genio a elegir la abstinencia sexual como medio para alcanzar el verdadero amor.
¿El verdadero amor? ¿qué es eso? ¿según quién?¿quién dice?
Para Tolstoi, el matrimonio es más un yugo que un lazo, que no tiene nada que ver con el amor, que eventualmente terminará en un odio mal disimulado ante los ojos del mundo y que a resumidas cuentas es un invento de la Iglesia para consagrar un contrato que conviene a todas las partes, ella incluida.
En ?La sonata a Kretzer?, el protagonista Pódzdnyshev ?que asesinó a su esposa por celos- busca explicar su propia concepción del amor a raíz de la charla que sostienen otros pasajeros que están haciendo referencia al tema que nos ocupa: el amor.
Mientras transcurre la brillante disertación, estimado lector, quien elige aterrizar en su propia experiencia las ideas de Tolstoi respecto a la monogamia, la tentación y el mundo de las apariencias, no puede más que asentir a la tesis que sostiene la obra: ¿es el amor la preferencia exclusiva de una persona a todas las demás? Entonces es antinatural e hipócrita por así convenir a un tipo de sociedad enferma que promueve la ilusión antes que la razón.
Sin embargo, no se confunda el lector. Tolstoi no habla de poligamia, sino de abstinencia sexual. Algunas premisas para entender al autor, se revelan en algunos de los magníficos diálogos de su obra
- ?¡Cualquier hombre experimenta lo que ustedes llaman amor por toda mujer bonita!?
- ?Aún admitiendo que un hombre pueda preferir a una mujer para toda la vida, esa mujer, según todas las probabilidades, preferirá a otro. Es lo que ha pasado y pasará eternamente?
- ?Amar a una persona toda la vida, es como si se dijera que una vela puede arder eternamente?
- ?¡Pero si en nuestros días el matrimonio no es más que una mentira!?
- ?El marido y la mujer se limitan a engañar al mundo, presentándose como monógamos cuando en realidad son polígamos?
- ?(?) como a menudo sucede, después de haberse comprometido a vivir juntos toda la vida, se encuentran con que ya el segundo mes sienten deseos de separarse y, sin embargo, siguen viviendo juntos, entonces sobreviene esa existencia infernal?
- ?¡Todo es al revés, al revés!?
- ?¡Qué cosa rara, esta ilusión de que la belleza es el bien! Una bella mujer dice tonterías y uno la escucha, pero no oye tonterías, sino cosas inteligentes?
- ?Debería suceder que cuando en una reunión se aproxima a mi hermana o a mi hija un caballero de esta clase, me acercara a él, lo tomara en voz baja y le dijera: ´amigo, yo sé cómo vives, cómo te pasas las noches y con quién. Tu lugar no es aquí. Aquí hay jóvenes puras e inocentes ¡Vete!?
Beethoven tuvo la culpa -en parte-, según Pózdnyshev y es que quien haya tenido la oportunidad de escuchar, o mejor aún de interpretar al piano o al violín la sonata a Kreutzer, entiende que es una pieza que entraña una curiosa dificultad, porque el piano y el violín, el duo instrumental que protagoniza la magnífica partitura, debe funcionar en equilibrio perfecto. He ahí la gracia. Imagino que ese tipo de sincronía es difícil de lograr no solamente en el amor o el matrimonio, sino en cualquier otro tema que nos ocupe.
?¡Volvió con pasión al piano, olvidado hacía mucho en un rincón! Ahí, en el piano, fue donde empezó todo? afirma el esposo criminal que vio en el primer presto de la sonata a Kreutzer, la prueba de la infidelidad de su mujer.
Y es que para Tolstoi, la música no tiene nada de virtud, antes bien es el vehículo de las bajas pasiones que promueve la tragedia porque obnubila los sentidos
- ?La música me transporta inmediatamente al estado de ánimo en que se hallaba el que la escribió?
- ?la música solamente irrita, no resuelve?
- ?En China, la música es cosa de Estado?
- ?Por ejemplo, esta misma Sonata a Kreutzer, el primer presto de esta sonata ¿se lo puede tocar en salones en medio de damas escotadas??
Probablemente estos planteamientos le parezcan a usted algo arcaicos, pero no lo son tanto si recordamos que apenas hace unos años, Carlos Abascal, entonces Secretario del Trabajo, censuró la novela Aura de Carlos Fuentes, logrando que las ventas de la obra se dispararan[3]. No es ciencia espacial: toda madre inteligente sabe que prohibir algo a un niño logra casi inmediatamente, el efecto contrario. Tolstoi no tenía manera de saberlo, pues considera a los hijos como una maldición y a su instrucción como la reproducción del mal y los vicios que perpetúan la caída del hombre.
Desde mi perspectiva, es justamente esa la razón por la cual las tesis de Tolstoi al respecto de los temas antes mencionado no se sostienen: apelan a la prohibición y al ascetismo como una forma de seguir el camino de Cristo y lograr el amor verdadero.
Y es que el amor puede ser explicado por la ciencia, como menciona don Alejandro Frank[4], pero al final, más allá de la emoción o la razón, amar es una decisión y como tal no depende del otro, ni se supedita a los valores, lealtad o virtud del objeto amado, sino de la convicción de cada quien de ser y representar eso que se demanda al otro.
En todo caso, el tema está a debate desde que el mundo es mundo. Y es que hasta para eso se deben tomar decisiones, porque al fijar una postura al respecto, el espectro va desde el amor como fuente de vida de Platón, necesidad según Spinoza o práctica social, como dice Foucault.
Tolstoi y ?hoy- Sofía, contribuyen al debate ¿es el amor un invento? Pero ¿qué significa ?invento?? ¿?invento? como cuestión pragmática que resuelve un problema? ¿?invento? como un dispositivo según Foucault?
¿Usted qué opina, estimado lector?