29 de abril de 2024 | 09:12 p.m.
Opinión de User Admin

    Universos “para lelos”

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    En la física cuántica existe una teoría matemática que se refiere a la existencia de universos alternativos, universos paralelos al nuestro. Esta teoría fue propuesta por primera vez en 1950 por el físico estadounidense Hugh Everett, en la que propuso que cada vez que se explora una nueva posibilidad física, el universo se divide. Para cada alternativa posible se “crea” un universo propio. Un ejemplo que puede ayudarnos a entender este concepto es el siguiente: imaginemos que una persona atraviesa una calle y se salva de ser atropellado por un coche. Este evento tiene lugar en un universo, pero en otro puede haber resultado atropellado y estar recuperándose en un hospital. Y en un tercero, puede haber muerto. El número de posibilidades es infinito.

     

    Era necesario hacer esa referencia de gran complejidad que a los matemáticos y físicos les ha costado tanto trabajo comprender. Era necesario para aterrizar en nuestra realidad, en el universo en el que estamos situados, y en el que encontramos un personaje que parece haberla entendido a la perfección, es mas me atrevo a decir es capaz de viajar entre varios universos y regresar para contarnos la situación de los otros. El actor al que me refiero es Felipe Calderón Hinojosa, presidente de la república mexicana.

     

    Sin lugar a duda parece que la percepción que tienen el y su equipo es de victoria. Nos hace un llamado a recordarlo por sus logros, por el ahínco con el que ha defendido los intereses de los ciudadanos mexicanos. La visión futurista que tiene de su sexenio es que estará presente en la memoria de los ciudadanos por que fue el único que tuvo “el valor y la capacidad” de enfrentarse a los problemas que afligen al país. Que llego como un salvador de México, que intervino porque la ciudadanía se lo demando. Este es el universo en el que el Sr. Presidente vive a diario. Pero intentemos por lo menos dar una percepción de la realidad en la que vivimos a diario millones de mexicanos. Miedo a la inseguridad, violencia desbordada por todo el país, falta de oportunidades tanto para estudiantes como para la clase trabajadora. Y tantos mas que si los mencionamos la lista posiblemente no concluiría.

     

    Para tratar de comprender un poco mas a lo que me refiero recordemos un caso específico, la descalificación por parte de Felipe Calderón Hinojosa al informe de la organización no gubernamental de origen estadounidense Human Rights Watch “Ni Seguridad, Ni Derechos. Ejecuciones, desapariciones y tortura en la guerra contra el narcotráfico de México". En el informe se señala que en vez de reducir la violencia, la guerra contra el narcotráfico ha provocado un incremento dramático de la cantidad de asesinatos, torturas y otros terribles abusos. Además se pone en duda la información que había transmitido el presidente al afirmar que un alto porcentaje de las victimas de esta guerra eran delincuentes. Dentro del informe hay mas aseveraciones de este tipo que parecieron perturbar al jefe supremo del Estado mexicano, y a los ciudadanos nos mostró una parte de lo que nuestras autoridades no quieren que conozcamos. Claro, no hay que creer todo lo que aseguran dependencias u organizaciones “ajenas” a la nación, posiblemente tengan intereses no tan claros o tal vez lo único que buscan es, en el mejor de los casos que se tenga otra perspectiva de la realidad. La incógnita esta en el aire, pero es saludable conocer las mayores aristas posibles, las distintas verdades.

     

    Otra situación de la que se presume es la cobertura universal de la educación en el país. Pareciera una burla mas hacia los mexicanos conscientes, como puede ser posible tal afirmación, cuando algunos sectores de la población si bien no tienen pleno conocimiento de la situación actual por lo menos saben de la existencia de los sindicatos que tienen secuestrado este sector, cuya única función es la de mantener sumido en la ignorancia al país. Es imposible creer que la educación llega a todos los rincones de México, cuando ahora a través de diversos medios ya sea digitales o impresos conocemos las condiciones precarias, casi o mas bien totalmente inhumanas, que existen en lugares como la montaña alta del estado de Guerrero, en las distintas sierras del paisaje mexicano, en las regiones mas olvidadas tanto por el gobierno como por el resto de la ciudadanía. Si no se cuenta con los requerimientos mínimos para subsistir en tales sitios, mucho menos se va a poder implementar un programa de educación que garantice la igualdad de oportunidades para los habitantes de estas zonas. Si no se puede o no se quiere cubrir las necesidades básicas de esta población, necesidades como la alimentación, los servicios de salud elementales, mucho menos se puede pretender hacer creer que se  brinda una educación de calidad, que los lugares donde se transmite el conocimiento son lugares con la misma característica de calidad.

     

    Pero y en el resto del país donde si se tiene el acceso a este derecho, ¿cuál es la situación? Si en los lugares como ya lo mencione olvidados, las condiciones de pobreza extrema impiden que lleve a cabo el proceso educativo, que se pueda hacer participe a la población de este, ¿Cuál es el factor que causa el problema del rezago educativo en las grandes ciudades? Nuevamente notamos una gran falta de interés. No hay evaluaciones o mecanismos para controlar la calidad de la educación. Aunado a esto “la manera en que el gobierno mexicano destina sus recursos públicos a este sector resulta una preocupación considerable”, dijo la OCDE. En pocas palabras se invierte mucho pero se aprende o enseña poco.

     

    Estos son solo algunos de los conflictos que destruyen al pueblo de México. Sin duda todos estos inconvenientes son lastres que nos acompañan desde hace muchos años, no son de reciente aparición o surgieron por culpa del actual presidente, lo que se le recrimina es el cinismo con el que hace alarde de su período de gobierno exitoso. Cada que expresa los datos con los que cuenta nos hace notar que el vive en una realidad distinta a la del resto de los ciudadanos. Y es aquí donde surge la falta de credibilidad, Felipe Calderón Hinojosa dice “México es un país de progreso…se generan millones de empleos, la mayoría de los homicidios son entre los mismos delincuentes…etc”, y de repente surgen diversos informes de varias organizaciones civiles, instituciones educativas y de otras fuentes que dicen todo lo contrario. Además otro sector que se prefiere ignorar es el de los familiares de las victimas, los daños colaterales son mas que evidentes. Si bien para subsanar los “inconvenientes causados” y como respuesta obligatoria mas que por convicción propia de nuestra clase política, recientemente se legislo la Ley de victimas, que en teoría proporcionará los mecanismos para que los involucrados en este asunto tengan un respaldo jurídico y legal, conozcan cual fue la suerte de las victimas. Es un gran avance, pero aun falta mucho camino por recorrer y habrá que observar si en la práctica esta ley es verdaderamente efectiva o si solo es un intento mas para que los políticos y las débiles instituciones públicas se laven cara y manos, frente a una sociedad humillada e ignorada. 

     

    En fin cada quien cree lo que quiere creer. Y cada quien sabe a que universo pertenece.