Analizándolo, a partir un punto de vista estructural, y de formación, el IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social), desde que se fundó en Enero de 1943, siendo el presidente priísta, el General Manuel Avila Camacho, y hasta ahora, debió haber sido la empresa más importante de México, y, porqué no decirlo, también, la más lucrativa, incluso, por sus recursos contractuales, más que Pemex, pero, ¿qué pasó?, ¿por qué este sueño no se hizo realidad?
Conozco el IMSS desde 1988 cuando siendo estudiante de Medicina acudía al Centro Médico, ahora siglo XXI, a aprender; y, aunque finalmente soy egresado de la Secretaría de Salud, del Hospital Infantil de México “Federico Gómez” donde recibía mi beca como residente en el extinto banco Bancrecer, me matriculé y trabajé como pediatra en el IMSS durante los años 2002 al 2004, por lo que mi capacidad de análisis sobre esta Institución es válida y fundamentada.
Esta “quiebra” a la que me refiero del IMSS, que más que económica, es moral, va mucho más allá del abuso de un sistema tan noble al que se ha visto sometido desde siempre, un abuso, como todos lo sabemos, que va desde la presencia nominal de innumerables aviadores hasta la posibilidad de utilizar sus recursos médicos y pensionarios para los no asegurados, que va desde la solicitud innecesaria de licencias, permisos y pases, hasta el otorgamiento de incapacidades laborales no merecidas, también incluye demandas laborales a empresas, muchas veces, exageradas, etcétera.
Y muchas “mañas estratégicas” que el mismo sistema del IMSS las permite, por ejemplo, yo supe del caso de un cirujano particular que demandó al IMSS para realizarle a una persona una cirugía innecesaria, y, ganó por conocer los caminos burocráticos para dicho propósito, o el caso de una persona que trabajaba en una aerolínea y por medio del IMSS unos médicos le consiguieron incapacidad permanente y pagada por daño auditivo por altura, etcétera.
También la abusividad en la obtención de jubilaciones y pensiones, con el sistema inicial hubo trabajadores, trabajadoras y médicos que lograban obtener su jubilación desde los 45 años de edad.
Todo esto por parte de los trabajadores, trabajadoras y médicos del IMSS, pero por parte de la Institución como tal también existieron varias razones que se sumaron para que el sueño llamado IMSS no se cumpliera, entre ellas, el cambio del sistema de ahorro para el retiro por afores (ver ensayo sobre afores en SDP noticias: Abril 10, 2019) y el intento fallido de lograr que el INFONAVIT (Instituto del Fondo Nacional de la vivienda para los trabajadores) se apoyara en empresarios para lograr su plusvalía, tal como se logró en su momento con Telmex.
Pero todo esto que sucedió que menciono en el presente ensayo no fue lo que llevó al IMSS a dicha “quiebra”, fue, más bien, la falta de idealismo de los médicos, trabajadores y trabajadoras de esta tan noble Institución, el no ver al IMSS como un ideal, sino como un medio, fue lo que realmente causó que este sueño institucional mexicano, que se forjó en su momento superando los ideales del mismo Otto von Bismarck, no haya podido hacerse realidad, hasta el día de hoy, a menos que, el idealismo que se está forjando con la Cuarta Transformación del Presidente Andrés Manuel López Obrador, logre, con su fuerza, hacerlo realidad, tal como se soñó desde Enero de 1943.
Nota histórica agregada: Siendo presidente de México, el General Manuel Avila Camacho, también devaluó el peso frente al dólar durante la Segunda Guerra Mundial, para que así, Estados Unidos, gobernado por su gran amigo Franklin Roosevelt, pudieran comprar acero y otros metales mexicanos esenciales para su industria bélica, y así ganar dicha contienda.