La explosión ocurrida en Tlahuelilpan, Hidalgo, es el espejo de la corrupción e impunidad imperante en México en torno al robo de combustible, tanto vía ordeña de ductos como vía sustracción de pipas de la misma entraña de Pemex.

Durante sexenios poco o nada se hizo para combatir este desmesurado robo a la Nación, el cual convirtió en huachicoleras a comunidades completas sin que ninguna autoridad metiera un dedo siquiera en la solución del grave problema: Presidentes de México, gobernadores y munícipes callaron y quién sabe si hasta se coludieron.

Lo que sí es claro es que un eslabón fue generado otro y otro y otro; desde el más bajo hasta el más alto nivel. La gente pobre vio en el robo de combustible la oportunidad de sobrevivencia; los operadores, la ocasión para enriquecerse y los líderes, el negocio para amasar fortunas y mantener el control político y económico.

Alguna explicación debe haber de las razones por las cuales poco o casi nada se hizo por combatir el robo de combustible desde el interior de Pemex, dando solamente golpecitos mediáticos con detenciones de camionetas con tambos o bidones llenos de gasolinas.

Y ahora que el presidente Andrés Manuel López Obrador llega combatiendo el gran robo a la Nación, se genera una crisis por la falta de combustible en las gasolineras, el problema casi le estalla en las manos y, por si fuera poco, ocurre la explosión del ducto de Tlahuelilpan, Hidalgo, con el lamentable saldo de alrededor de 85 muertos.

Y quizá el número de fallecidos aumente, pues aún hay personas heridas de gravedad y personas que no aparecen sin saberse si sus cuerpos se redujeron totalmente a cenizas al ser alcanzadas por la explosión cuando intentaban recolectar gasolina del ducto, de cuya perforación salía el combustible a muy alta presión.

Una tragedia reveladora de un problema de dimensiones desconocidas en México: El robo de combustible, al cual hoy se enfrenta un Gobierno Federal que quizá carece de la mejor estrategia para combatirlo.

El desabasto en gasolineras, el sabotaje a ductos de Pemex, las perforaciones clandestinas a las líneas de conducción de las gasolinas, hasta parecen señales de una guerra desatada entre bandas de huachicoleros del más alto nivel.

Cuando un sexenio presidencial concluía e iniciaba otro, se desataban persecuciones en contra de traficantes de estupefacientes, y se hablaba de pactos de los gobiernos entrantes y salientes con capos del crimen organizado. Ahora ¿ocurre algo similar con el robo de combustible?

¿Todo tiene relación con la lucha del poder político para mantener el control económico vía actividades ilícitas?

México, no lo mereces. Y duele.

Cuando ocurre una tragedia se desatan miles de conjeturas y de acusaciones en la búsqueda de causas y culpables; también las justificaciones de los gobiernos. Pero el verdadero origen sigue intocado: La corrupción y la impunidad en todos los niveles.

¿AMLO podrá?

En torno a la explosión en el ducto de Tlahuelilpan, Hidalgo, ha habido muchas preguntas como las siguientes:

¿Las fuerzas de seguridad acudieron a tiempo para contener a las personas que llegaron a llenar tambos, cubetas y bidones de gasolina? ¿Ciertamente fueron rebasadas? ¿Se trataba de una vieja toma clandestina? ¿O alguien pinchó el ducto ante el cierre de lugar donde ordeñaban? ¿O los viejos ductos de Pemex también hacen crisis?

¿Fue una acción provocada para desestabilizar al Gobierno Federal encabezado por AMLO con el ánimo de hacerlo retroceder en su propósito de combatir el robo de combustible? ¿Se trató de un mero accidente?

¿Hasta dónde han estado involucrados los gobiernos de Hidalgo en el huachicol? ¿México está preparado para enfrentar tragedias de grandes dimensiones? Es evidente que no, como también que el Gobierno Federal y el local fueron rebasado.s

LA INDEMNIZACIÓN

La indemnización que reclaman familiares de víctimas , jurídicamente es inviable. El término tiene otras connotaciones en la rama laboral.

El Gobierno Federal y el Gobierno del Estado de Hidalgo deben auxiliar con los gastos de los funerales, amén de las acciones de rescate e identificación de los restos.

La indemnización tiene implicaciones muy distintas.