La Revolución Mexicana fue tan agredida dentro del país por sus opositores e incluso aliados, que no es raro para nosotros toparnos en los momentos que vivimos, con la misma o peor inquina de aquellos tiempos.

A Francisco I. Madero se le lanzó con todo la prensa porfirista e incluso medios aliados suyos. La pérdida de un poder y sus canonjías o las divergencias para asumir uno nuevo, exhiben lo peor de un ser humano.

De tres transformaciones fundamentales que han sido tema en los últimos dos años, la primera empieza con una dominación arrasante y cruel, la española, sobre el mundo nativo.

La lucha de Independencia de los grandes padres de la Patria terminó en tragedia para ellos. Miguel Hidalgo y Costilla y José María Morelos y Pavón, entre otros, fueron asesinados. Pero la Independencia triunfó.

La segunda transformación, la de la Reforma que creó según la historia el estado nacional, fue un cúmulo de persecuciones, agresiones y amenazas, sobre todo contra su principal actor, el Benemérito Benito Juárez.

La tercera fue la Revolución Mexicana que hizo un cambio fundamental en el país al derrocar a un dictador e iniciar un mundo nuevo dentro de la modernidad.

Hay historiadores que sostienen que hubo otras transformaciones. Uno de ellos Héctor Aguilar Camín, quien dice que a AMLO al proclamar la cuarta, se le olvidaron dos, por lo que la suya sería la sexta.

Se refiere a la conquista y evangelización y una moderna que debe conocer muy bien porque fue gente cercana a ese gobierno.

El de Carlos Salinas de Gortari en el que se produjo la transición, sostiene, del viejo sistema económico al inicio del neoliberalismo.

 

TODO CAMBIO DESNUDA LA GRANDEZA O LA MEZQUINDAD HUMANAS

A 109 años del estallido de la Revolución mexicana, tendríamos que agregar 8 años más -hasta 1917-, para cerrar un círculo de luchas que es lo más cercano que hemos tenido millones de mexicanos. Todavía vivimos en parte, bajo el marco de un derecho que se acuñó en los grandes ideales de los Constituyentes y todavía aplicamos o discutimos sus principios o los resultados de sus luchas y nos asaltan, por las noches quizá, los recuerdos de Villa, Zapata, Carranza, Obregón y otros grandes ultimados fuera de ese círculo temporal, por la osadía de querer transformar un país.

Así se haya tratado, en algunos casos, de muertes fratricidas. Madero quedó dentro de ese círculo en 1913, y no fue un cercano el que lo ultimó, sino el traidor Victoriano Huerta en lo más alevoso de las luchas, la disputa por el poder.

La campaña de prensa que hubo en contra del Apóstol de la Democracia, en medios porfiristas e incluso maderistas, ha sido materia de estudio en tesis y libros de texto sobre libertad de expresión. AMLO no es la excepción.

 

LA GENTE SE RESISTE A DEJARSE ARRASTRAR POR LA TRAGEDIA

Así como en medio de muertes y tragedia ahora celebramos con jolgorio el día de muertos, en las zonas en donde hervía la amenaza del enemigo durante la Revolución, la gente se abrazaba y bailaba:

Vamos al baile y verás qué bonito...

La música, el desenfreno feliz, los cantos que se lanzaban describían los instrumentos de los alzados:

Carabina 30- 30

que los rebeldes portaban

y decían los maderistas

que con ellos no mataban

O ante la ausencia, se alzaban los reclamos de los olvidados:

Adolorido, adolorido,

adolorido del corazón,

por un ingrata, por una ingrata

que me ha jugado

una vil traición.

Y las mujeres valientes tenían un reconocimiento permanente en sus cánticos, la Adelita, la Valentina, etcétera. Aunque a veces, como con los agresores encapuchados que se colaron en la UNAM en la marcha de un reclamo femenino justo, surgían las amenazas:

Marieta, no seas coqueta

porque los hombres son muy malos,

ofrecen muchos regalos

¡y lo que dan son muchos palos!

Un musicólogo importante que escribió sobre el corrido mexicano fue Vicente Teódulo Mendoza, fallecido en 1964. Autor de muchos trabajos sobre música clásica y del folklor, en su libro El corrido mexicano (Fondo de Cultura Económica de España 2003), le dedica un capítulo al corrido revolucionario. En otros libros sobre corridos mexicanos de la Revolución, se sostiene que el que más corridos ha juntado es Doroteo Arango, Francisco Villa, Pancho Villa.

Frente a una imagen de cruel que le han creado sus enemigos, nunca deslindan el hecho de que la etapa revolucionaria se movía en medio de la guerra y ganaba el que se adelantaba. Aquí, versos de dos corridos mezclados:

Los que amasaron dinero

a costillas del “pelado”

lo llamaron bandolero

mal patriota y depravado

Siempre peleaba justicia

no ambiciones de la silla

y regocijaba el alma

el nombre de Pancho Villa