La Cámara de Senadores aprobó este miércoles 9 de diciembre el proyecto para reformar la Ley del Banco de México, por el que modifica los artículos 20 y 34 y se adicionan los artículos 20 Bis y 20 que buscan que los mexicanos que reciben dólares en efectivo por alguna fuente puedan venderlos por pesos al mejor precio posible y se frene el mercado negro de compra de divisas con un precio muy castigado.

La iniciativa que reforma artículos de la Ley de la Banca central y que pasó a la Cámara baja para ser discutida y en su caso aprobada por los diputados, no fue del agrado de los funcionarios de la institución que dirige Alejandro Diaz de León, alegando que el cambio de las reglas del juego en materia de captación de divisas vulneran la autonomía del Banco de México al imponerle la compra de moneda extranjera y verificar su legalidad lo que no está en su mandato constitucional, además de que esto sería usado para lavado de dinero con lo que los dólares que se compran y no son repatriados, no podrían ser usados para las reservas internacionales.

Los cambios que señala el dictamen que se avaló en lo general con 67 votos a favor, 23 en contra y 10 abstenciones, otorgan la certeza jurídica de que los dólares siempre se podrán canjear por pesos en los Bancos de una forma legal y segura, obteniendo por ellos la mejor paridad del mercado.

Además, estas modificaciones a la Ley evitarán que se recurra al mercado negro de divisas, en donde se obtienen menos pesos por los dólares y se fortalecen las estructuras del crimen organizado y los flujos de dólares ir rastreables por la autoridad fiscal.

La modificación del artículo 20 de la Ley impulsada por los legisladores de Morena que establece que “las divisas susceptibles de formar parte de la reserva (federal del Banco de México) son los billetes y monedas metálicas extranjeros”, y aprueba que puedan adicionar, además, todo el efectivo que no pueda ser repatriado a su país de origen. Es decir, todo el efectivo que no esté contemplado en alguno de los parámetros establecidos por los contratos de corresponsalía entre Banco de México y los Bancos Centrales de otros países.

La reforma al artículo 34 establece que las divisas sean vendidas directamente a Banco de México. En otras palabras, obliga al Banco central a comprar el efectivo extranjero.

Para los funcionarios del Banco central mexicano la nueva legislación ocasionará afectaciones y riesgos y no cumplirá el objetivo para lo que fue hecho.

Otro argumento en contra es que la captación de dólares en efectivo por el Banco de México no podría ser parte de las reservas internacionales al no poder ser de liquidación inmediata, como si lo son las transferencias electrónicas, y no saber si es legal la procedencia de estas divisas.

La reforma a la Ley “podría dar lugar a que autoridades extranjeras impongan restricciones a las entidades financieras de su país y que ofrecen servicios de corresponsalía a las instituciones mexicanas para procesar la moneda extranjera que estas últimas capten, así como limitaciones a las operaciones y acuerdos celebrados con el Banco de México”, según señalo Banco de México en un comunicado de prensa de este jueves 10 de diciembre.

En un comunicado del 7 de diciembre, la Asociación de Bancos de México (ABM) argumentó que las obligaciones que la bancada de Morena intenta asignar al Banco central ya están contempladas en los reglamentos operativos de las instituciones bancarias privadas.

Para el autor de las modificaciones a la Ley del Banco central, el Senador Ricardo Monreal consideró que el cambio “es progresista’’ y que con la reserva que al final se aceptó se atenúa el temor que existía por parte del Banco de México.

En mi opinión, las modificaciones a la Ley del Banco de México no vulneran la autonomía de la institución financiera ya que captar más dólares es una estrategia para conservar el poder adquisitivo de la moneda mexicana al tener menos riesgos de que el peso mexicano se deprecie frente a las divisas extranjeras, además de que se cuentan con leyes muy avanzadas a nivel internacional para prevenir el lavado de dinero.

Los prestadores de servicios turísticos y las familias que reciben remesas en dólares en efectivo podrán obtener con estas modificaciones de Ley un mejor tipo de cambios por sus divisas y frenaría el negocio del mercado negro de compra de estos billetes y los abusos de casas de cambio que adquieren este dinero con un precio muy castigado.

Los que podrían tener afectaciones con las modificaciones a la legislación del Banco de México son los grandes Bancos extranjeros que tienen corresponsalías en sus países de origen con lo que hacen un gran negocio al repatriar las divisas que obtiene en efectivo en México.

La ley que falta a mi parecer es la que nos diga hasta dónde llega la autonomía del Banco de México y que la Banca central se comprometa al desarrollo económico del país; también que los funcionarios de esta institución no sea parte de la oposición al Gobierno de la Cuarta Transformación.

La Banca central mexicana no ha apoyado con recursos para salir de la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia de Covid-19 y tal parece que parte de las funciones de los altos jefes del Banco, es criticar las acciones de la actual administración federal abonando al escepticismo de la población sobre todo de la gente de ingresos medios y altos sobre el presente y futuro económico de México.